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Mauricio Macri pasó de considerar como “delincuentes” a quienes se ganan la vida recolectando informalmente basura a llamarlos “esclavos”, por las condiciones de trabajo a las que están obligados. Tratando de volver a un punto cero sus declaraciones sobre meter presos a los que ahora califica de “pobres cartoneros”, se preocupó de aclarar que no se puede exponer “a esta gente a un promedio inferior de vida”. Pese a sus intenciones de bajar el tono de la polémica, no pudo poner freno a las críticas de diversos sectores. El jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, dijo que la propuesta era “un disparate jurídico, sino un concepto autoritario muy grave” y la comparó con la política de traslados de vagabundos implementada durante la dictadura militar por el gobernador tucumano Antonio Bussi. Y el subsecretario de Seguridad de la Nación, Carlos Vilas, aseguró que los dichos de Macri “revelan claramente la naturaleza profundamente reaccionaria” del candidato a jefe de Gobierno porteño.
El Gobierno de la Ciudad puso el grito en el cielo. El propio Aníbal Ibarra apuntó contra Macri: “Me hace acordar a cuando (el ex gobernador de Tucumán, Antonio) Bussi, en la época de la dictadura, cargaba a todos los pordioseros y los tiraba en otra provincia”. “Es un disparate jurídico, sino un concepto autoritario muy grave”,agregó. En la misma línea, Raúl Fernández, jefe de gabinete porteño, acusó al presidente de Boca de analizar la cuestión “con la visión estrecha y sectorial del dueño de una empresa de recolección de residuos” y calificó su postura como “excesivamente autoritaria”.
Macri quiso aclarar que ese trabajo “debe hacerse como empleo formal -con cargas sociales, seguro médico, guantes y uniformes– en lugares especiales y cerrados, no en la vía pública, exponiendo a esta gente a un promedio de vida inferior”. Y añadió que la actual “situación de descontrol en la calle genera cada vez más nido de cultivo para la delincuencia común”.
Las voces en contra fueron de lo más variadas. El candidato a jefe de Gobierno por el PSA, Jorge Selser, opinó que las declaraciones de Macri “promueven la represión y coartan la libre circulación y el trabajo de ciudadanos que se mueren de hambre” y lo comparó con el “generalísimo Franco”. En tanto, la legisladora porteña Laura Moresi consideró que Macri “debe tener la pretensión de instaurar un régimen que le permita restringir la libertad de miles de personas que se encuentran excluidas”.
También el subsecretario de Seguridad, Carlos Vilas, habló de la “naturaleza profundamente reaccionaria” del empresario y el senador bonaerense Eduardo Sigal criticó la “insensibilidad de quienes se enriquecieron mientras la mayoría de la población se empobreció”. Y hasta Hebe de Bonafini le pegó duro: “Si de robar se trata, ustedes (por Mauricio y Franco Macri) deberían estar confinados en Alcatraz”.