El gobierno argentino dispuso el envío de un cargamento de pastillas que permitirán potabilizar un millón de litros de agua en Myanmar, donde un ciclón arrasó el fin de semana pasado cinco estados y provocó una tragedia ya comparable al desastre que dejó el tsunami en 2005.

A través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto –Comisión Cascos Blancos–, el Gobierno dispuso el envío, en respuesta al llamado de las Naciones Unidas que solicitó ayuda para los sobrevivientes.

Asimismo, a través de un comunicado, la Cancillería argentina lamentó “la pérdida de vidas humanas y la devastación causada por el ciclón Nargis” e hizo “llegar a su pueblo su hondo pesar por la actual situación que atraviesa, en la esperanza de que pronto pueda ser superada”.

Se estima que un millón de personas quedaron sin casa y las fuentes de agua quedaron totalmente contaminadas al albergar decenas de miles de cadáveres humanos y de animales.