“No estamos tomando acciones exitosas para reducir la mortalidad materna”, advirtió ayer la médica e investigadora del Centro de Estudios Estado y Sociedad (Cedes), Mariana Romero, y dio datos precisos que sostienen su apreciación: en los últimos 26 años la mortalidad infantil se redujo en el país un 61 por ciento, pero las muertes de mujeres vinculadas al embarazo, el parto y el puerperio apenas bajaron un 32 por ciento.

La mortalidad materna (MM) fue el eje de un seminario que tuvo lugar ayer en un hotel céntrico organizado en el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres por el Cedes, la organización Católicas por el Derecho a Decidir de Córdoba y el Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (Ciepp). “Todavía no nos da la suficiente vergüenza las muertes de mujeres vinculadas a los momentos de la gestación”, cuestionó la investigadora y directora del Cedes, Silvina Ramos, en un tiro por elevación a las autoridades sanitarias.

La última medición oficial, correspondiente a 2006, marcó un aumento de la MM: de 39 muertes de mujeres por 100 mil nacidos vivos a 48 por 100. En números absolutos significa que fallecieron 54 mujeres más que en 2005. “No son muertes accidentales. Son muertes en su mayoría evitables”, recordó la abogada Silvia Julia, de Católicas por el Derecho a Decidir.

Un tercio de las muertes maternas en la Argentina está relacionado con las consecuencias de abortos inseguros: esta es la principal causa de MM desde 1980 en el país, señaló Romero. “Argentina, Jamaica y Trinidad y Tobago son los únicos países de Latinoamérica que tienen un tercio o más de las muertes maternas atribuibles al aborto”, indicó la investigadora.

Las estadísticas muestran grandes inequidades al interior del país: 11 de las 34 por provincias –marcó Romero– tienen tasas de MM que superan el promedio nacional. “En algunas, como Chaco, Formosa y Jujuy las tasas duplican o triplican el promedio del país”, agregó.

La Argentina asumió compromisos internacionales como los Objetivos de Desarrollo del Milenio suscriptos en 2000. Entre ellos figura “mejorar la salud materna” y para ello el país debe reducir en tres cuartos la tasa de MM en relación a 1990. El plazo límite es 2015 y la MM debería bajar para ese año a 13 por 100 nacidos vivos, precisó Romero. Pero advirtió que “si se sostiene el descenso muy, muy lento que se observa en los últimos años será igual a 39 por 100 mil nacidos vivos”.