Martes, 3 de marzo de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › POLéMICA POR LOS BALNEARIOS
Por Carlos Rodríguez
Desde Villa Gesell
Los investigadores de la UBA afirman que los balnearios sobre pilotes de madera producen “menos erosión” que los de cemento, en coincidencia con la política que adoptó, en la materia, el ex intendente radical Luis Baldo, a partir del año 2006. Hoy, en Gesell, conviven 25 paradores de madera y 20 que siguen siendo de cemento. Estos subsisten aunque la concesión otorgada a sus dueños ya caducó. Su permanencia en la playa es posible porque el actual intendente, el peronista Jorge Rodríguez Erneta, les concedió una prórroga que, en todos los casos, finaliza este 31 de marzo. Orlando Girgenti es el propietario de A Pleno Sol, uno de los balnearios más antiguos, a punto de cumplir 30 años. Girgenti fue el que se opuso con mayor tenacidad a los planes de Baldo y hoy confía en que Rodríguez Erneta “va a actuar dentro de la ley”. Eso significa, para él, que le renueven la licencia sin modificar su estructura de cemento. En la otra vereda, Marcelo Santurión, de Noctiluca, montado sobre pilotes de madera, espera que Rodríguez Erneta “siga recuperando la costa” haciendo cumplir el Plan Integral de Manejo Costero sancionado en los tiempos de Baldo.
En una entrevista con Página/12, en enero de 2008, Rodríguez Erneta dijo que iba a continuar con el plan de su antecesor en el cargo. Lo hizo durante una charla en el parador Wendy, montado sobre una estructura de cemento, pero combinado con detalles en madera. Rodríguez Erneta sostuvo que había que “impedir que la mano del hombre siga dañando las playas”. Voceros de la intendencia estiman que esa idea se mantiene, aunque medios de prensa de Gesell sostienen que el intendente quiere modificar el Plan Integral de Baldo. Este diario intentó conversar con Rodríguez Erneta, pero eso no fue posible hasta la aparición de esta nota. Lo cierto es que el plan aprobado por la ordenanza 2050 de la era Baldo está paralizado y los balnearios de cemento, que ya no deberían estar, siguen en pie.
Orlando Girgenti, de A Pleno Sol, se presentó ante Página/12 como “el loco malo que le hizo frente al plan de Baldo”. Fue el único que elevó un recurso de amparo, contra la ordenanza que lo obligaba a demoler su balneario, una vez que caducó la licencia que lo habilitaba. A Pleno Sol tuvo un dictamen favorable del juez de La Plata Luis Federico Arias y sigue en pie, aunque la concesión caducó en octubre de 2007.
Girgenti recordó que Arias ordenó la realización de “un estudio interdisciplinario de impacto ambiental, para determinar si realmente los balnearios de madera son más aconsejables que los de cemento”. Según Girgenti, la tesis de Baldo se basó en “un estudio de impacto ambiental trucho, realizado en 48 horas por (el ingeniero) Luis Federico Isla”. De todos modos, hay otros expertos, entre ellos los investigadores de la UBA, que admiten que los paradores de madera son menos dañinos.
El dueño de A Pleno Sol fue el primero en oponerse a Baldo, pero no es el único, aunque sigue solo porque decidió no formar parte de Empresarios Concesionarios Asociados, entidad que nuclea al resto de los propietarios de balnearios de cemento –cerca de veinte–, que también esperan que el intendente Rodríguez Erneta les permita seguir en la playa, sin echar abajo sus actuales estructuras de hormigón.
Marcelo Santurión, por su parte, es el dueño de Noctiluca y secretario de la Cámara de Concesionarios, que reúne a los 25 dueños de los nuevos paradores de madera. “Nos parece que el plan (de Baldo) debe continuar, porque hay que seguir recuperando la costa y no se puede seguir ignorando el impacto ambiental. Los espacios en la playa tienen que ser renovados, hay que privilegiar las estructuras desmontables, porque es evidente que la playa ha mejorado y tiene que seguir mejorando”, insiste Santurión.
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