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- Defensa social: “La homosexualidad no es normal y natural. No son ellos los modelos identificatorios. Por ello es legítimo, y no es discriminación, impedir que los homosexuales adopten niños o ejerzan ciertos empleos: profesores de educación física, instructores militares, directores de campamentos, etc. En eso se debe proceder igual que cuando no se autoriza que una maestra o un alumno con enfermedad contagiosa concurra al colegio o que un enfermo (ciego, por ejemplo) conduzca un avión. Estas conductas no son discriminatorias. La sociedad tiene el derecho y el deber de defender a sus integrantes”.

- Para el lado equivocado: “La inclinación es una enfermedad como cualquier otra (...) Lo que sí daña al homosexual es dejarse llevar por esta inclinación, es decir, tener conductas y realizar actos de homosexualidad. Ello acrecienta su mal y perjudica a la comunidad toda. De esto es responsable el homosexual y nada en el mundo transformará este desorden en algo bueno. Por eso lo más recomendable para estas personas es la abstinencia sexual, fruto de la castidad (...) Existen tratamientos de recuperación. (...) Si se tiene la desgracia de no tener este apoyo a tiempo, es importante buscarlo después, pero no se le hace ningún favor tratando de hacer aparecer esta inclinación como una normalidad, puesto que no lo es”.

- La enfermedad moral: “Hay tres maneras de adquirir y a la vez de prevenir (sic) la transmisión del sida: 1. Los drogadictos que comparten las jeringas. 2. Las relaciones sexuales entre homosexuales (especialmente varones). En su conducta contranatura utilizan partes del cuerpo que quedan seriamente dañadas, ya que en realidad no están preparadas para el acto sexual, lo que facilita el paso del virus que está en el semen. 3. Los heterosexuales de vida promiscua, tanto ellos como ellas, pueden contagiarse sobre todo cuando mantienen relaciones genitales antinaturales...”.

- Demasiado énfasis: “Nos parece importante hacer algún comentario sobre las campañas contra el sida. Por lo que se ve, se ha puesto demasiado énfasis en el uso del preservativo. Transmitir el mensaje de que el preservativo resuelve el problema nos parece sencillamente criminal, dada la gravedad mortal de lo que se quiere evitar. Por un lado, no existen estudios definitivos en cuanto a la capacidad del virus para atravesar la porosidad del látex. Por otra pare, siempre existe la posibilidad de que el profiláctico se rompa durante la relación sexual”.

- Aborto: “Durante su vida prenatal el niño puede estar amenazado por dos graves peligros: el aborto y el parto prematuro. (...) A los abortos que se producen en forma espontánea por éstas y otras causas similares, es necesario agregar otros (...) que son provocados con el único propósito de dar muerte al bebé. (...) Muchas son las razones con las cuales se trata de justificar un aborto, pero ninguna de ellas otorga el derecho de disponer de una vida ajena, violando el más importante de los derechos esenciales de la persona humana: el derecho a la vida”.