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Dos exhumaciones y una acusación movilizan el caso García Belsunce II, en el que se investiga la producción en serie de certificados de defunción truchos y la firma clonada del médico Juan Carlos March –procesado por falsificación de documento público–. Las exhumaciones se realizarán hoy en el cementerio de la Chacarita, por orden del juez porteño Julio Lucini. Se trata de los cuerpos de un matrimonio de ancianos, fallecidos en julio del año pasado, el mismo día y con escasas horas de diferencia. Los certificados de defunción fueron firmados por March. Lucini busca determinar si las causas de muerte fijadas por el médico coinciden con la realidad o, si por el contrario, ambos sufrieron la misma muerte natural que María Marta. La acusación partió, curiosamente, de un familiar del coprocesado de March: Oscar Sierco, empleado de Sierra. Su esposa, Yolanda Giménez, detenida y liberada por falta de mérito en el caso II, aseguró que “la familia García Belsunce le mintió a mi marido, le dijeron que la mujer murió de muerte natural. Y estaban dispuestos a cremarla. Por eso pidieron que se usara un cajón económico”.
“Ellos (por los García Belsunce) habían ido a pedir el servicio a Ponce de León, en Pilar, pero no se los dieron porque les dijeron que la mujer había recibido golpes. Por eso cuando vinieron a hablar con nosotros mintieron y dijeron que se trataba de un caso de muerte natural”, aseguró la mujer. Giménez fue detenida por orden de Lucini junto a su marido, dos de los hermanos Sierra y otros cinco empleados de la funebrera que realizó el sepelio de María Marta, en el marco de la investigación sobre los certificados de defunción truchos. De la misma partida fueron Guillermo Bártoli, cuñado de María Marta, y el defuntólogo marchiano. La mujer, los dos Sierra y cuatro de los empleados luego fueron liberados, igual que Bártoli. El lunes pasado, Lucini excarceló a March, Sierco y Marcelo Ferrín, otro de los empleados que resultó sobreseído. Los dos primeros, en cambio, fueron procesados por falsedad ideológica.
Yolanda Giménez agregó, además, que cuando se le preguntó a Bártoli sobre el tipo de ataúd que preferían para inhumar a María Marta, el cuñado se decidió por “uno de escasa calidad ya que –aseguró la mujer de Sierco- se iba a utilizar para una cremación”.
Hasta ahora, la familia García Belsunce había negado la gestión para cremar el cuerpo de María Marta. “La palabra cremación no existe en nuestra familia”, aseguró Horacio García Belsunce (h) a este diario. Pero ayer, Yolanda Giménez salió a cuestionar la desmentida familiar.
Los procesamientos de March y Sierco correspondieron a la elaboración y extensión del certificado trucho de María Marta. Ahora, Lucini busca probar si el delito se extendió a otros casos. En poder del juez ya se encuentran alrededor de 60 certificados firmados por March. Dos de ellos corresponden a un matrimonio de ancianos. El hombre falleció a las 8 de la mañana y la mujer a las 13.30. Mediante una autopsia intentarán determinar si la muerte sufrida por ambos coincide con la muerte natural firmada por el médico procesado. El juez quiere también descubrir si fue fraguada la hora para modificar la sucesión en favor de un hijo de la mujer.