“Las señales (lumínicas) funcionaban perfectamente” y la formación que fue embestida estaba “detenida en orden”. Sin embargo, el tren que la chocó tenía “anulados” dos “de los cuatro sistemas de frenos”. Por ello, la responsabilidad del accidente de San Miguel recae sobre “quien despachó el tren”, pero no sobre “los trabajadores que lo conducían”. Durante una conferencia de prensa, y acompañado por el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, estableció que la responsabilidad de que el tren de Ferrobaires circulara en esas condiciones es de “la provincia de Buenos Aires”, por ser “autoridad de aplicación” sobre la operación de la empresa que “no tiene subsidios” del Estado nacional. “Estamos decididos a encontrar a los responsables, que los hay, dado que los sistemas de seguridad funcionaron perfectamente”, afirmó.

En la conferencia de prensa, De Vido detalló que dos de los sistemas de frenos se encontraban “clavados y anulados con candado”. La observación, confirmada por el juez federal de San Martín, Juan Manuel Yalj, quien asistió en la noche del miércoles a los primeros peritajes en el lugar del accidente, refiere el debate sobre los controles y las tareas de mantenimiento.

Por ello, De Vido precisó que “hubo una gran irresponsabilidad de quien despachó el tren, pero no hay responsabilidad de los trabajadores que lo conducían”. La empresa Ferrobaires es competencia de la Unidad Ejecutora del Plan Ferroviario Provincial, que a su vez se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos provincial. De allí que el ministro enfatizara que la responsabilidad por la operación y los controles no recae sobre el Estado nacional. Ferrobaires sólo cuenta con “un permiso de paso por las vías propiedad del Estado (nacional), por lo que no tiene subsidios”.

Al deslindar responsabilidades, De Vido advirtió, asimismo, que existe “un proceso de laxitud de controles”. “Hemos detectado, desde el punto de vista administrativo, que existió una gran irresponsabilidad por parte de quien despachó la formación de Ferrobaires con los frenos de muerte y de emergencia anulados.” En el caso del que fue “el primer accidente ferroviario con saldo luctuoso de los últimos 10 años”, señaló, los peritajes constataron que dos de los cuatro sistemas de freno necesarios habían sido anulados adrede.

La formación que se encontraba detenida sobre las vías al momento del impacto estaba “obedeciendo la señal que indicaba que no podía avanzar, en función de otras operaciones ferroviarias”. Tanto ese tren como el de Ferrobaires, que avanzaba a pesar de las señales lumínicas en contrario, se encontraban “en horario”, señaló el secretario Schiavi, quien agregó que “la locomotora de Ferrobaires impactó contra el furgón de la formación de San Martín, mientras que el vagón 3 se montó sobre el 2, donde se vivió el cuadro más doloroso”.

Lo sucedido, dijo De Vido, “a nosotros no nos deprime en la voluntad de seguir llevando adelante la mejor gestión posible en un sistema que recibimos completamente arrasado”. De allí que indicara que la gestión, tras recibir “un sistema arrasado y desarticulado”, debió “invertir más de 7500 millones de pesos, de los cuales 1000 millones se destinaron al ramal San Martín, que opera con 162 trenes diarios entre Retiro y Pilar”.

Mientras que De Vido fue contundente al señalar las responsabilidades de supervisión del Estado provincial sobre las condiciones en que la empresa Ferrobaires mantiene las formaciones de sus servicios, Schiavi brindó precisiones acerca del funcionamiento de los trenes al servicio de Ugofe, que administra la línea San Martín, cuyo convoy resultó chocado. Instantes antes, De Vido había indicado que había instruido a Schiavi para que en la mañana de ayer “se pusiera en contacto con el doctor Yalj para poner todos los medios técnicos a nuestro alcance y del resultado del deslinde de responsabilidades surjan los verdaderos responsables de que ese tren haya salido de la estación en esas condiciones”.

Schiavi señaló que el sistema de señalización “funcionó” al momento del accidente y que “el sistema lumínico es muy seguro, muy confiable y es automático”. La formación que embistió el furgón del tren detenido “debe haber pasado necesariamente por tres señales” que advertían que debía reducir la marcha.

En la causa, caratulada como “homicidio culposo”, hoy serán indagados el maquinista y su acompañante. Ayer el magistrado informó que aún se estaba procediendo a la recolección de pruebas, pero que “a primera vista las señales funcionaban correctamente”, de modo que “pudo haber sido un error humano o un error del material”. En las pericias se comprobó que el freno “que tiene el acompañante del maquinista” estaba “con candado”.