Miércoles, 18 de abril de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › TODOS LOS SOSPECHOSOS QUE DEJARON DE SERLO
Los Montero
- Alfredo Montero, de 75 años y tornero de profesión, y su hijo, de 36, fueron arrestados y acusados de encubrimiento. Estuvieron una semana detenidos hasta que se les concedió la excarcelación, el 12 de septiembre pasado. Ambos declararon que estuvieron en la casa de la calle Kiernan 992, donde se sospecha que estuvo secuestrada Candela Sol Rodríguez, no para trasladar el cadáver de esta niña, como se sospechaba, sino para llevarse una mesa, un tocadiscos y unas herramientas que la dueña de casa, Gladys Cabrera, les dejó antes de alquilar el lugar. Los Montero fueron en una camioneta combi blanca, que contrataron en ese momento, y manejaba Gustavo Valenzuela, quien también estuvo esa semana detenido.
Gladys Cabrera
- La dueña de la casa de Villa Tesei, partido de Hurlingham, en la que se encontró el ADN de Candela fue excarcelada el 24 de febrero pasado, luego de una resolución dictada dos semanas antes por la Sala III de la Cámara de Apelaciones de Morón. Para los camaristas, esta depiladora de 41 años “no era la única persona que poseía llaves del lugar, ni tenía la exclusividad del acceso”. Al principio, los investigadores creían que ella había sido parte activa de la banda que secuestró y mató a Candela. Para excarcelarla, los jueces consideraron que Cabrera “no tiene antecedentes penales ni hay indicios que permitan inferir que va a profugarse u obstaculizar la acción de la Justicia”.
Néstor Altamirano
- Es el carpintero de 55 años que vive a la vuelta de casa donde habría estado secuestrada Candela. En la causa se lo acusaba de haber alimentado a la niña durante su cautiverio, pero él asegura que sólo iba hasta esa casa para darle de comer al perro de la familia Cabrera. En el estómago de la nena los peritos hallaron arroz con pollo, el mismo menú que Altamirano le llevaba al perro, según declaró. El 14 de febrero pasado, la Cámara de Garantías de Morón lo benefició con una morigeración de la prisión preventiva y diez días después el carpintero regresó a su casa para cumplir arresto domiciliario. El tribunal usó los mismos argumentos que con Cabrera: no existe peligro de fuga ni de entorpecimiento de la investigación.
Fabián Alberto Espíndola
- Este albañil 31 años fue detenido durante un operativo en una casa en William Morris, partido de Hurlingham, luego de ser mencionado por un testigo de identidad reservada. Durante ese operativo, hecho el 12 de septiembre pasado, también se detuvo al remisero José Luis Flores y a su esposa, aunque ambos fueron liberados dos días después. A Espíndola lo acusan de ser parte de la logística de la banda que secuestró a Candela. Según denunció su abogado, Alberto Domínguez, Espíndola fue torturado por personas de civil en la comisaría de Villa Tesei para obligarlo a declarar en contra de otros dos detenidos, Guillermo López y Gastón Gómez. Hasta ayer, continuaba bajo arresto, aunque iba a ser liberado.
Guillermo López
- Luego de la declaración de un testigo protegido, quien lo acusó de ser “partícipe necesario” del secuestro y asesinato de Candela, el fletero de 31 años, cuya familia participó en las marchas que exigían la aparición de la niña, fue detenido. Los investigadores sospechaban que López había sido parte de la logística de la banda. El 13 de octubre pasado, la casa de este fletero en Villa Tesei fue baleada, según denunció su abogado. Junto a Fabián Gómez, a López se le adjudica un trato con Leonardo Jara, quien habría seducido a Candela para secuestrarla sin que opusiera resistencia. A fines de febrero, el juez de Garantías Alfredo Meade le concedió una excarcelación extraordinaria.
Fabián Gabriel Gómez
- Como López y Espínola, estaba acusado de ser parte de la logística de la banda que secuestró a Candela. Este verdulero de 42 años denunció que la Departamental de Investigaciones de Merlo le “armó la causa” porque se negó a robar para ellos. También fue detenido tras la declaración de un testigo protegido. “Yo estoy pagando por algo que no hice. Cualquiera se da cuenta de que éste fue un crimen por falopa (droga)”, aseguró el verdulero. Para él, Carola Labrador sabe quiénes son los autores del crimen y la investigación tuvo un claro tinte político. “Cerraron la causa para las elecciones”, dijo. A Gómez le concedieron la excarcelación extraordinaria al mismo tiempo que a López.
Héctor “El Topo” Moreyra
- Ex compañero de andanzas del padre de Candela, cuando ambos se dedicaban a la piratería del asfalto. Moreyra primero declaró como testigo y luego como acusado de ser el autor intelectual del crimen. Una de las hipótesis del caso apunta a una supuesta pelea con Alfredo Rodríguez, el padre de la víctima, quien está en prisión. Los investigadores creen que Moreyra trató de “buchón” de la policía a Rodríguez. El abogado de Moreyra, Sergio Doutres, aseguró: “La Policía Bonaerense sabe perfectamente que El Topo fue informante desde los 18 años y lo conocen muy bien los jefes de alta jerarquía en la fuerza”. A mediados de marzo, Moreyra recibió la excarcelación extraordinaria.
Hugo Bermúdez
- De nacionalidad peruana y sindicado como un vendedor de drogas en el oeste bonaerense, a Bermúdez se lo acusó de ser el autor material del asesinato. Fue detenido el 7 de septiembre pasado, luego de ser señalado por un testigo de identidad reservada. “Se comenta en el barrio que Hugo fue quien la mató, que a él se le fue la mano. Que Hugo conocía a Candela y a la familia y éste tenía problemas con la familia de Candela”, señaló el testigo ante la Justicia. Bermúdez, de 53 años, niega cualquier vinculación con el hecho y aseguró: “Esta es una causa que armó la policía con el fiscal (Marcelo Tavolaro)”. Al igual que Gómez, aseguró que lo arrestaron porque no “arregló” con la policía. Hasta ayer seguía detenido, listo para salir de prisión.
Leonardo Jara
- Más conocido como “el noviecito” de Candela, fue el último detenido de la causa. “Tenía dos fierros, uno en la cintura adelante y otro atrás. Me dijo: ‘Si se me cruza un pato (policía), o lo mato o me mata’”, contó un testigo sobre los días en que Jara, de 34 años, estuvo prófugo. Fue detenido en octubre pasado, cuando iba a buscar dinero para continuar huyendo de la Justicia. Los investigadores le imputaron ser el señuelo para secuestrar a Candela. Claudia Fernández, su abogada, aseguró: “No conoce a nadie. Ni a Candela ni a nadie. De los detenidos sólo conoce a Fabián Gómez, pero hace ocho meses que no tenían relación”. Cinco testigos lo vinculan con la niña asesinada. Ayer estaba a punto de ser liberado.
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