Ambientalistas. En su intervención en la cumbre, el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuestionó el “ambientalismo” como un “modo de realización del capitalismo”. De esa manera criticó el apoyo de organizaciones ecologistas a las propuestas de imponer el concepto de “economía verde”. “Mientras los países desarrollados destruyen el medio ambiente, nos obligan a nosotros a ser los guardabosques pobres.” Evo reafirmó sus políticas en defensa de “los derechos de la Madre Tierra, de los pueblos indígenas y de los pobres, en su lucha por superar la pobreza”.

Campesinos. El centro de Río de Janeiro fue escenario de una protesta, esta vez de trabajadores y campesinos del Movimiento sin Tierra. Los manifestantes de la Marcha de la Agroecología reclamaban contra el uso de semillas transgénicas y de agrotóxicos, cada vez más presentes en la agricultura local. También hubo reclamos por una reforma agraria. La columna chocó con la policía en las puertas del Ministerio de Agricultura.

Mujeres. De la conferencia de mujeres líderes participaron legisladoras argentinas por el kirchnerismo: la diputada Mara Brawer, la senadora Teresa Luna y la legisladora porteña María José Lubertino. “Es comprobable desde la práctica que los países con mayor igualdad de género son los países donde hay mayor equidad”, destacó Brawer. Lubertino sostuvo que, si bien el documento de la cumbre “tiene grandes omisiones, como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, eso no empaña el logro obtenido por Argentina y el G-77 contra los países más poderosos”.