SOCIEDAD
La psicosis de las cifras
Primero fue la psicosis de la inseguridad. Miles de personas, según estimaciones oficiales, siguen todavía hoy sobre los techos de sus casas esperando para evitar que alguien les robe los pocos bienes que pudieron salvar del desastre. Sin embargo, se advierte otra que está agazapada desde el tercer o cuarto día posterior a la gran inundación, cuando se fue tomando conciencia de la magnitud del desastre. “Yo vi morir a diez personas sólo en mi barrio. No es posible que no haya más que 24 muertos.” La frase puede escucharse tanto en el barrio Centenario, como en Villa del Parque o en Santa Rosa de Lima. Se especula con las cifras en los medios nacionales, en los provinciales, en las charlas de café.
“No estamos ocultando ninguna cifra. Damos toda la información que tenemos.” El ministro de Gobierno, Carlos Carranza, reiteró la frase que vienen acuñando, desde el principio de la más cruel de las psicosis, todos los funcionarios desde Reutemann hacia abajo. El propio gobernador ha tenido polémicas públicas con los periodistas más conocidos de Santa Fe. Entre los medios, la mayoría opta por evitar el tema, por lo doloroso de una especulación que sólo puede traer más preocupación sobre una población que está golpeada como nunca. Sin embargo, son los mismos pobladores los que mencionan lo que nadie quiere decir. Y también muchos hombres del Ejército, la Gendarmería, el propio gobierno, siempre sin autorizar que se publique el nombre del que tira la piedra. “En la morgue del Hospital Cullen hay tantos muertos, lo dice un médico conocido que merece mi confianza.” “Los cuerpos van hacia la morgue de Paraná.” Un funcionario de Entre Ríos tira una cifra y el gobernador de Santa Fe sale a desmentirlo. La psicosis existe y tal vez, en forma inconsciente, todos arriesgan una cifra con el deseo de que ocurra todo lo contrario.