A comienzos de julio, Gastón Piñero, padre de una nena de tres años, denunció que su hija no fue aceptada como alumna en el jardín de infantes del colegio San José de Calasanz, de Caballito, cuando la institución advirtió que no estaba casado con su pareja. “Teníamos pactada una reunión con el rector, el padre Ernesto Hermann, para definir si ingresaba mi hija. Fuimos a la reunión y nos preguntó a qué nos dedicábamos, adónde vivíamos. También, si estábamos casados por Iglesia. Le dijimos que no y dijo que eso era un problema por la enseñanza católica que ellos daban”, detalló Piñero. Relató, en diálogo con Radio Continental, que el sacerdote adujo que el hecho de no estar unidos en matrimonio “era incompatible” con lo que la institución interpretaba bajo el concepto de “familia” y que, por ese motivo, la nena “no podía entrar al colegio”. “Tengo entendido que en otros lugares no hay problemas de este tipo con gente que no está casada. Subí mi caso a Twitter y me empezó a responder gente que no estaba casada y había podido entrar en otros colegios”, comentó durante la entrevista. Ningún directivo del colegio quiso hacer declaraciones sobre el tema.