“Siempre había tenido la intención de donar, pero lo que me permitió concretarlo fue la posibilidad de hacerlo en mi lugar de trabajo”, contó Rubén Argañaraz, de 32 años, técnico en informática, quien desde hace cinco años efectúa dos o tres donaciones por año. Victoria Díaz, de 26 años, es donante voluntaria desde que tenía 21: “Es un placer, algo que me gusta, lo disfruto”, contó, y comentó que suele donar sangre a la mañana “y después sigo trabajando; se hace parte de una rutina”.

Según datos de la OPS, “en América latina y el Caribe, sólo el 41 por ciento de las donaciones proviene de donantes voluntarios altruistas; en el Caribe por separado, ese porcentaje asciende a 56 por ciento”. Diez países alcanzaron el ciento por ciento de donaciones altruistas: Estados Unidos, Canadá, Cuba, Nicaragua, Surinam, Aruba, Bermuda, Curazao, las islas Caimán y los territorios franceses de Guadalupe y Martinica.