SOCIEDAD › POR QUE TERESA YUAN
La sonrisa oriental
Por M. E. G.
Nos conocimos en el Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis realizado hace unos meses en Montevideo. Era como mínimo curioso: una psicoanalista china. Bastó verla para preguntarme si era china-china. El apellido es Yuan, el padre de Cantón. Hubo que hablarle para entender que también era porteña, de madre siria.
Meses después la visitaba en Buenos Aires, en su departamento muy porteño de una calle tan porteña como Marcelo T. de Alvear. Le digo que no parece china y se ríe. “¿Por qué no parezco?”, pregunta. “¿Por el pelo enrulado y los ojos color bronce?” Teresa vuelve a reírse, afina los ojos y junta las manos como para convencer de su orientalidad.
A lo largo de la charla, desconcierta con el hábito muy oriental de usar tanto la risa como respuesta. Allá por el final dice: “Tan china, o tan asiática soy, que estoy pensando en quedarme allá, a vivir. Cambiar el mate por el té y abandonar esta tristeza tan nuestra. Allá se ve el futuro con esperanza. Hay ilusión por el psicoanálisis, ese conocimiento que los está fascinando como fascinó aquí a los argentinos hace sesenta o más años”.