Los Estados de América Latina y el Caribe fallan en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres a manos de terceros, concluyó Amnistía Internacional. Además, según el organismo, que realizó un relevamiento con motivo del Día Internacional de la Mujer, los mismos Estados son generadores de violencia institucional al imponer prácticas discriminatorias, basadas en estereotipos de género.

“Antes de realizar el trabajo quizá no teníamos tan claro la forma en que los estereotipos gobiernan la experiencia de las mujeres en los ámbitos de la salud Sexual y Reproductiva”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. Belski afirmó que “esto es palpable” cuando “deniegan un aborto no punible, como en el caso que contamos de Argentina” como cuando esterilizan “a una mujer que vive con VIH en México”, continuó. El informe, denominado “El Estado como ‘aparato reproductor’ de violencia contra mujeres”, asegura que la discriminación “alcanza matices escandalosos”, en los ámbitos “sexuales y reproductivos”. Un dato relevante es que el 97 por ciento de las mujeres en edad reproductiva de la región vive en países donde el acceso al aborto seguro está severamente restringido por ley. Según el informe, “el aborto sigue siendo un crimen en gran parte de la región”, por la influencia de “la Iglesia y las imposiciones morales y religiosas” que “impactan en la política y las leyes”.