SOCIEDAD › TIENE 19 AÑOS Y FUE RESCATADA EN UN PROCEDIMIENTO POLICIAL
La chica que estuvo cautiva en un burdel
Por Mariana Carbajal
La cónsul dominicana Amanda “Chinchina” Cabral no habría dicho toda la verdad sobre su relación con una dominicana investigada por facilitar la prostitución. Tampoco sobre el caso de una muchacha dominicana de 19 años que semanas atrás fue liberada de un burdel que funcionaba en un departamento de la calle Esmeralda 536, en plena city porteña, tras haber llegado al país engañada y haber sido explotada sexualmente durante 8 meses en Buenos Aires.
Cabral había asegurado a Página/12 que a partir de una denuncia del consulado dominicano elevada a la oficina de la Policía Federal en Cancillería, la joven cuyas iniciales son M.A.R., fue rescatada de su cautiverio. Pero según fuentes judiciales, la denuncia no surgió de la sede diplomática. “La causa no la inició el consulado ni la Embajada de República Dominicana. Fue un procedimiento por infracción a la ley de profilaxis y nos encontramos con esa joven, quien nos contó que la tenían allí encerrada trabajando. Por eso dimos intervención a la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito de la Procuración General de la Nación, para que la asistan”, explicó una fuente de la fiscalía en lo Criminal y Correccional a cargo de Marcelo Martínez Burgos, que intervino en el operativo.
Ya en libertad, el 15 de abril, M.A.R fue a pedir ayuda al consulado para regresar a su país, pero no obtuvo una respuesta favorable. Pudo volver a Santo Domingo gracias a un pasaje que le pagó la oficina local de la Organización Internacional para las Migraciones, contactada por la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito.
La historia de M.A.R es la de centenares y centenares de dominicanas que fueron víctimas en los últimos años de organizaciones de trata de blancas. Según contó la chica, una conocida de una vecina de su barrio, en los alrededores de Santo Domingo, llamada Luz María Rosa, le ofreció un trabajo como empleada doméstica con buen sueldo en Argentina, posibilidades de estudio y costearle el costo del viaje. La familia de M.A.R aceptó la propuesta y la joven viajó hacia Buenos Aires con Luz María Rosa y otra compatriota tentada por la misma oferta. En Ezeiza fueron recibidas por el marido y un hijo de Luz y las llevaron a un departamento ubicado en Azcuénaga 61 7º piso “B”. A las dos chicas les quitaron el pasaporte, la cédula de identidad y sus pertenencias. Al otro día, Luz las llevó a un departamento ubicado sobre la avenida Santa Fe, administrado por su hija Alexandra, donde se las obligó a ejercer la prostitución, pese a la negativa de ambas.
Tiempo después, M.A.R fue llevada a otro departamento sobre la calle Mariano Acosta, en el barrio de Floresta, y luego a otro sobre la calle Talcahuano. Intentó escapar pero la agarraron, la amenazaron de muerte y con ser vendida si hablaba o gritaba, y Luz le pegó en la cara y le rompió un diente. Entonces, fue conducida a otro departamento administrado por una sobrina de Luz, en la calle Esmeralda 536 donde otra vez fue explotada sexualmente, sin paga alguna, disponible las 24 horas, sin poder salir como había pasado anteriormente. Allí trabajó un mes, hasta que el 10 de abril la policía hizo un allanamiento y la liberó. Ahora está de nuevo en su barrio, en las afueras de Santo Domingo, acompañada por su familia, tratando de olvidar la pesadilla que vivió en la Argentina.