Nora Bonomini, una de las activas familiares de las víctimas de Cromañon, presentó un escrito en el juzgado en lo criminal de Alberto Baños, y se sumó así a la actitud que ya había tomado la semana pasada Ricardo Rigui.

El Tribunal Oral 24, que se prepara para el juicio oral por el que desfilaran cientos de testigos ante el estrado, había dispuesto unificar las querellas en sólo dos partes, en medio de quejas y reclamos de los familiares de las víctimas. Allí se deberá esclarecer qué pasó en la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando una bengala lanzada pocos minutos después del comienzo del recital del grupo Callejeros incendió la media sombra y el material de ornamentación del techo del local República Cromanon, lo que provocó que murieran 194 personas.

Y en ese marco, establecer qué responsabilidad tuvieron en esas muertes el empresario Omar Chabán, uno de sus colaboradores, los ocho integrantes del grupo Callejeros, tres ex funcionarios del gobierno porteño y dos jefes policiales.

Hoy, Bonomini, madre de Sebastián, de 24 años, uno de los fallecidos aquella noche, sostuvo que "la Justicia nunca alcanzó a los políticos ni a los poderosos" y advirtió que ella no va a "ser partícipe de este sucio juicio en un país donde no existen ni los tres poderes. (...) Honraré la memoria de mi hijo retirándome –dijo-. Esta causa ya tiene un fallo final, hay que sacarse la careta de una vez por todas, sólo quedarán algunos 'perejiles' responsables con condenas simples".

Agregó que "entre los asesinos, unos siguen saltando y cantando en los escenarios como si nada hubiesen hecho; el otro asesino, como legislador", dijo, en obvia referencia al ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.

Al juez Baños, directamente, le espetó: "para usted quizá sea una causa más, a mí ya se me fue la vida. Yo sin mi hijo ya no puedo seguir viviendo. Intenté creer en la Justicia, hice todo lo que correspondía hacer en esta tierra. Nada dio resultado".

Fustigó a la primera jueza del caso, Maria Angélica Crotto, porque "estuvo más con parte de enferma que al frente de la investigación" y añadió que "nunca se irá al cielo, se irá al infierno".

La jueza padece una grave enfermedad que la obligó a mantenerse alejada del expediente.