La realización del festival en plena avenida 9 de Julio dio origen a fuertes críticas a la administración de Mauricio Macri, por permitir un show en un punto neurálgico de la ciudad, que generó un caos vehicular en el radio céntrico. Luego de haber anunciado días antes la presencia de un millón de personas, los organizadores estimaron que ayer había 300 mil, mientras la Policía calculó 20 mil concurrentes.

"Me parece bien que quienes quieran tener un lugar para expresar su fe, lo tengan, lo que me parece que no es correcto es la hora y el lugar elegido", lanzó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, en sintonía con la postura que ayer exhibió el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Consultado sobre la elección del lugar para la realización de la ceremonia, Randezzo insistió: "Me parece que es muy importante que quienes predican la fe y quienes están acompañando a Palau lo hagan y tengan un lugar público donde hacerlo, pero lo que no me parece es que se lo haya autorizado en el Obelisco a las 6 de la tarde un viernes. La verdad que es falta de sentido común", aseveró.

Ayer, el jefe de Gabinete consideró que la realización del festival evangélico, que se celebró bajo el lema "Sí a la Vida", y que hoy volverá a desarrollarse en la misma zona neurálgica de la Capital, no fue una "decisión afortunada" por el lugar y la hora elegida.

Es que durante horas la avenida 9 de Julio estuvo cerrada al tránsito desde la avenida Corrientes hasta Belgrano por la Policía Federal, una medida que se repetirá hoy en el marco de la continuación del encuentro religioso a partir de las 15.

Hebe de Bonafini también se sumó hoy a las voces de la Casa Rosada que criticaron al Gobierno porteño de Mauricio Macri por haber autorizado el festival del pastor evangélico Luis Palau un viernes a las 18 frente al Obelisco.

La presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, opinó que "Palau es de terror. Macri entregó la ciudad para ese tipo habiendo tantos lugares. Cada uno tiene el derecho de hablar. Palau es el propagandista de Bush y de las guerras. A Palau le encantan las guerras y es un tipo fatal",

"Si Macri le quiere dar un lugar a Palau, le hubiera dado la cancha de Boca o los bosques de Palermo", agregó Bonafini.

"El acto de Palau generó un caos. Además hizo una ostentación de poderío y de dinero, es de terror. Generó un caos total y Palau es un tipo que hace propaganda a favor de la guerra y de Bush", criticó.

El trato comenzó con Telerman

El pastor evangélico Luis Palau negó hoy que haya pagado al Gobierno porteño alguna suma de dinero para que se pueda realizar el festival en el Obelisco, donde el viernes concentró a una multitud de fieles.

"No, nada. Nadie pidió nada y nadie cobró", señaló Palau cuando fue consultado si tuvo que abonar dinero para llevar a cabo el acto evangelista en la avenida 9 de Julio y explicó que se decidió hacerlo allí porque el Obelisco "es el corazón de Buenos Aires". Además volvió a pedir perdón por realizarlo en un día hábil y en horario pico.

Palau confirmó que las tratativas para concretarse el festival de este fin de semana "comenzaron" con el ex jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman y "terminaron" con la actual gestión de Mauricio Macri. "El Gobierno de Macri terminó con el trato, pero con Telerman comenzaron", expresó el pastor evangélico en declaraciones a radio Mitre.

Por otra parte, desmintió la versión de que sea el pastor del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y aseguró que no responde a intereses políticos de la derecha. "No soy el pastor de Bush. No doy consejos políticos y yo hablo con la derecha, izquierda y de centro", agregó. "He estado más con gobernantes chinos que son comunistas y ateos en los últimos ochos años que en la Casa Blanca", concluyó.