Unos 300 estudiantes protestaban en la Alameda Bernardo O"Higgins, principal avenida del centro de la capital chilena, contra la Ley de Educación y en conmemoración del Día del Joven Combatiente, cuando fueron reprimidos por carabineros con carros hidrantes y gases lacrimógenos.

Las Fuerzas Especiales de Carabineros intentaron disolver la manifestación argumentando que carecía de permiso, lo que generó la reacción de los jóvenes y derivó en la detención violenta de decenas de ellos.

El diario santiaguino El Mercurio habló en su portal de 240 detenidos como parte de "una marcha no autorizada, convocada por el Frente Manuel Rodríguez", en vísperas de la conmemoración del Día del Joven Combatiente, un homenaje a los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, asesinados por agentes pinochetistas en 1985.

Según El Mercurio on line, el jefe de la Prefectura Santiago Central, Jorge Constanzo, detalló que todos los aprehendidos fueron trasladados hasta la Tercera y Cuarta Comisaría y la mayoría son menores de edad. Añadió que entre los jóvenes "había cinco encapuchados".

Otro diario, La Tercera, bajó el número de detenidos a 70, aunque habló de "informaciones preliminares entregadas por la Policía".

El gobierno había dispuesto un fuerte contingente policial en el centro cívico de la capital, en cuyos alrededores se concentraron las manifestaciones no autorizadas.

En los últimos años, esta conmemoración ha derivado en hechos de violencia. El año pasado el aniversario se selló con un saldo de más de 800 detenidos y una veintena de policías heridos, en violentos disturbios que se desarrollaron en el centro y la periferia de Santiago.

La muerte de los hermanos Vergara Toledo ocurrió durante un operativo realizado por la policía de Carabineros en la población Villa Francia, de Estación Central.

Rafael (18) y Eduardo (20) -ambos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)- se encontraban protestando en contra del régimen militar, cuando un grupo de carabineros compuesto por Francisco Toledo Puente, Jorge Marín Jiménez, Mauricio Muñoz Cifuentes y el subteniente Alex Ambler Hinojosa, los fusilaron.