"No podemos asegurar que se trate del único comando pero sí que era el más activo, dinámico y buscado desde la ruptura de la tregua", dijo el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba al confirmar la desarticulación del llamado comando Vizcaya.

Entre los arrestados figuraba Arkaitz Goikoetxea, quien al parecer estuvo implicado en los atentados "más importantes" cometidos por la organización armada vasca el año pasado, según señaló Rubalcaba en conferencia de prensa.

Goikoetxea fue detenido en un departamento en Bilbao, capital financiera del norteño País Vasco español, en un registro policial en las primeras horas de la madrugada, contó el ministro, citado por la agencia de noticias DPA.

Las otras ocho personas fueron detenidas en el marco de una operación coordinada, supervisada in situ por el juez Baltasar Garzón, en Bilbao y otras localidades de la provincia vasca de Vizcaya, como Getxo y Elorrio.

"Ningún etarra se va a salvar de estar ante los jueces y en la cárcel", dijo Rubalcaba, quien afirmó 306 presuntos etarras fueron detenidos desde enero de 2007.

Tras enumerar atentados atribuidos al comando Vizcaya, el titular de Interior dijo que la investigación podría develar la posible participación de la célula en el asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco en marzo pasado en Mondragón.

Rubalcaba prefirió no especular sobre si el grupo desarticulado estuvo también detrás de los atentados del domingo pasado en sitios turísticos de la norteña Cantabria, que causaron heridas a una mujer.

ETA está acusada de la muerte de unas 850 personas desde que lanzó su campaña armada para establecer un Estado vasco independiente en el País Vasco y en las provincias vasco-francesas del sur de Francia, hace cuatro décadas.

De todos modos, la organización, considerada un "grupo terrorista" por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, sufrió durísimos reveses judiciales en los últimos años, con la detención de cientos de sus miembros.

En mayo fue detenido en el sur de Francia el presunto máximo dirigente de ETA, Francisco Javier López Peña. ETA declaró una tregua unilateral "permanente" en abril de 2006, lo que había generado esperanzas de un fin al conflicto.

Pero un atentado de la organización en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, mató a dos ciudadanos ecuatorianos y frustró un polémico proceso de negociaciones impulsado por el gobierno del actual presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Luego de recibir severas críticas de la oposición conservadora por su intención de negociar con ETA, Zapatero endureció el combate contra la organización y descartó cualquier otro diálogo con el grupo en el futuro.