Tras su media sanción en Diputados, ayer por la tarde, por la noche la reforma ingresó al Senado, donde quedó definitivamente aprobada esta madrugada.

La nueva ley impositiva aplica una alícuota de uno por ciento a las industrias que facturen más de 60 millones de pesos, pero exceptúa a todas las pequeñas y medianas empresas que mantendrán su condición de exentas.

Para los comercios que facturen más allá de los 30 millones de pesos, la alícuota va de 3,90 a 4,50 por ciento.

En cambio, para las industrias radicadas fuera del territorio bonaerenses se elevó de 1,5 a 3 por ciento del monto de sus ventas en la Provincia, el pago en concepto de Ingresos Brutos.

En tanto, se eliminó el impuesto inmobiliario urbano para determinadas viviendas.

A partir del 1º de enero de 2009, las casas de características humildes no estarán gravadas.

Al respecto, el ministro de Jefatura de Gabinete y Gobierno bonaerense, Alberto Pérez, destacó que esta reforma "habrá una provincia económicamente sustentable, con más equidad, modernidad, descentralización y simplificación".

"No tenemos una visión únicamente fiscalista del tema; esta norma se enmarca en un trípode económico que tenemos, inclusive, desde antes de asumir y que se basa en la Ley de Administración Financiera; la creación de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) y la simplificación impositiva", subrayó Pérez.

Indicó que "la Ley de Administración Financiera, permite un control en tiempo y forma de los pagos y también priorizar los gastos en áreas fundamentales como salud, educación, justicia, y seguridad".

Asimismo, señaló que "la creación de ARBA posibilitó mejorar la recaudación con sistemas informáticos y de gestión modernos que le permitió a la Provincia que, pese a la crisis que vivimos en los últimos meses, no haya caído la recaudación".

"Una tercera pata es esta simplificación impositiva donde se eliminan 11 alícuotas de las 17 existentes, donde se deja exento del cobro de Ingresos Brutos a las PYMES y solo se grava a las industrias que facturan más de 60 millones anuales y a los comercios que facturan más de 30 millones", puntualizó Pérez.

También puso de relieve que "la reforma Impositiva habilitó la eliminación del impuesto a la riqueza, un tributo distorsivo que tantos problemas había traído".

"Estas tres herramientas, hacen una política económica sustentable, moderna, equitativa, porque están exentas 98 por ciento de las industrias y 99 por ciento de los comercios", afirmó el ministro.