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De julio a septiembre, la contracción de la economía española había sido ya de 0,3 por ciento, por lo que cumplió la condición para hablar técnicamente de recesión: dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo.

Según el INE, reproducido por la agencia DPA, la contracción económica del cuatro trimestre de 2008 se debió básicamente a una aportación negativa de la demanda, que la aportación positiva del sector exterior compensó en parte.

La última vez que la economía española entró en recesión fue hace 15 años, después de que el producto interior bruto (PIB) decreciese un 0,4 por ciento en el último trimestre de 1992 y un 1,1 por ciento en el primero de 1993.

El Banco de España ya avanzó el 28 de enero esta situación, si bien los datos adelantados hoy por el INE difieren ligeramente de los del banco central, según el cual el PIB español se contrajo un 1,1 por ciento en el último trimestre del pasado año.

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prevé un decrecimiento del PIB de 1,6 por ciento para este año y un crecimiento de 1,2 por ciento en 2010.

La Comisión Europea, no obstante, es más pesimista respecto a España: apunta a una contracción de 2,0 por ciento en 2009 y 0,2 por ciento para 2010.