Echegaray -quien disertó en un encuentro organizado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC)- destacó que el blanqueo es también "una oportunidad para (que los contribuyentes y empresas puedan) invertir en tranquilidad y para que la Argentina pueda ver las chimeneas de las fábricas y los comercios funcionado".

El funcionario sostuvo que las medidas de repatriación de capitales, de regularización tributaria y empleo no registrado, son un "pacto fiscal con la sociedad y una gran oportunidad de que todos estén al día y garanticen su patrimonio".

El jefe del organismo recaudador expresó que el blanqueo de capitales "no es un tema novedoso", ya que "desde 2001 hubo otros países que no se escandalizaron cuando aplicaron lo que ellos llamaron amnistía o perdón fiscal".

"Incluso -aseguró- la OCDE (la organización que nuclea a los países desarrollados) consideró, a partir de 2007, como positivos los programas" de ese tipo en situaciones de crisis internacional.

Al respecto, Echegaray sostuvo que "estamos frente a un escenario internacional sumamente complejo", por lo que, según dijo, "avaló soluciones extraordinarias para situaciones extraordinarias".

El titular de la AFIP mencionó que en los últimos años se han aplicado normas de blanqueo de capitales en Alemania, Bélgica, Italia, Irlanda, Suecia, Estados Unidos, Rusia, México y Sudáfrica, mientras que Brasil está analizando un proyecto de esas características, "con impuestos progresivos, que van del cuatro al ocho por ciento".

La norma que se aplicará en la Argentina desde el 1 de marzo prevé distintas escala de los gravámenes especiales que se instrumentarán para quienes blanqueen capitales, ya sea los que están radicados en el exterior, como los que se encuentran fuera del circuito financiero, es decir la llamada vulgarmente "plata que está bajo el colchón".

Para los que exterioricen su capital pero lo mantengan fuera de la Argentina la tasa que se aplicará será de 8 por ciento, para los que la declaren y la ingresen al país del seis por ciento, para quienes con ese dinero compren bonos del Estado será de tres por ciento en el caso de que los mantengan por dos años y del cinco por ciento si se desprenden de ellos antes de esa fecha, y para los que destinen su dinero a la inversión física, es decir a la economía real, la alícuota será del uno por ciento.

"Entre optar entre inversiones como las que se canalizaron a través de los fondos de (Bernard) Madoff e invertir en economía física, en ladrillo argentino, en chimenas y arado argentino, es preferible invertir en la Argentina y eso es lo que estamos pregonando".

Echegaray recordó que la AFIP recibirá las declaraciones juradas de todos aquellos que se quieran adherir al régimen entre el 1 de marzo y el 31 de agosto y que durante ese período, el organismo recaudador informará acerca de las características del blanqueo y la regularización tributaria.

También detalló que lo que se podrá blanquear son "las utilidades, las rentas ocultas y el dinero en el exterior" obtenido hasta el 31 de diciembre de 2007, además de poder "exteriorizar bienes (fundamentalmente inmuebles) que estén en el exterior".

El funcionario puntualizó que los alcances del blanqueo "comprende a los fideicomisos, a la vez que garantiza y asegura el secreto fiscal".

Respecto del "control y la fiscalización" de la procedencia de los fondos -una preocupación especial por el peligro de que puedan ingresar dinero para financiar narcotráfico o terrorismo- Echergaray indicó que "queda en cabeza de los bancos (que es a través de donde ingresarán los fondos blanqueados) llevar adelante el control".