Kirchner volvió a calificar a la oposición como "una máquina de impedir" y a definir en términos de disyuntiva los próximos comicios, durante un acto que encabezó en el municipio de Quilmes donde también participaron el gobernador Daniel Scioli, el intendente Francisco "Barba" Gutiérrez, el padre Luis Farinello y el líder de la UOM, Antonio Caló, entre otros.

"Profundizamos el cambio o volvemos al 2001 y al corralito", afirmó el ex presidente, quien acusó a la oposición de "no formular ningún tipo de ideas" y les reprochó que "fueron duros con los débiles y débiles con los poderosos, porque apenas necesitaron del primer peso, descontaron a las universidades, a las provincias y a los jubilados".

El ex mandatario también se mostró "feliz de dar esta lucha que hay que dar, porque vale la pena hacer lo que tengamos que hacer y lo que digan los argentinos y lo que digan los compañeros", en una nueva alusión a su demorada candidatura en territorio bonaerense.

En ese sentido, resaltó que fue "un militante de toda la vida, y puedo ir en cualquier lugar, no tengo problema. Si hay que dar la batalla por ellos, soy un soldado incondicional", señaló Kirchner, en otra referencia a la nómina bonaerense, donde también se integraría al gobernador Scioli y la cantante Nacha Guevara.