Miércoles, 6 de mayo de 2009 | Hoy
EL PAíS › GUSTAVO KOLLMAN, DEFENSOR DE LA JUSTICIA FEDERAL
Por Carlos Rodríguez
Gustavo Kollman, defensor oficial de la Justicia federal porteña que más de una vez, en sus intervenciones judiciales, se ha manifestado en favor de la despenalización de la droga para consumo personal, insistió ayer en que “la criminalización del adicto no conduce a la solución del problema que representa el tráfico de drogas”. En diálogo con
Página/12, sostuvo que “el adicto es una persona que tiene un problema que debe ser tratado desde un punto de vista de salud, con intervención de un equipo interdisciplinario, y no a través del sistema penal. Introducir al adicto en el sistema penal es un error grave porque no se trata de un delincuente sino de un consumidor”. Kollman resaltó que la acción penal se abre “porque la policía siempre empieza abordando el problema de fondo a través del adicto y no del narcotraficante”. En ese sentido recordó que, en lo personal, le ha tocado intervenir “en cientos y cientos de causas para defender a los adictos y no he tenido oportunidad de asumir la defensa de personas acusadas de ser narcotraficantes”.
Sobre el fallo de la Sala Uno de la Cámara Federal de la Capital, que sobreseyó a un chico que tenía en su poder 15 pastillas de éxtasis para compartir con ocho amigos, Kollman dijo que “no es demasiado novedoso porque desde hace un par de años, con los jueces que actualmente las componen, tanto la sala uno como la sala dos de la Cámara están coincidiendo, a veces con argumentos diferentes, en no penalizar a los consumidores y poner el acento en el narcotráfico”.
Kollman señaló que, a nivel judicial, “el tema de la despenalización del consumo viene desde hace tiempo y está en boca de todos, al punto de que se espera una decisión de la Corte declarando que es inconstitucional sancionar al adicto”, invocando el artículo 19 de la Carta Magna, en el sentido de que “las acciones privadas de los hombres, que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados”. Sobre el tema, el defensor oficial consideró “un error pensar que la eventual despenalización vaya a producir una explosión en lo que se refiere a la libertad del consumo”.
“Mi experiencia como defensor penal federal en la materia, en el ámbito de la Capital Federal, me lleva a decir que la criminalización del adicto no conduce a nada positivo. Lo que hay que tener en cuenta es que se trata de personas que tienen un problema de salud y que no son delincuentes. Por esa misma razón es un error introducirlos al sistema penal, cuando lo que se debería hacer es contar con un organismo multidisciplinario que pudiera ocuparse de esas personas para darles contención y no para encarcelarlas”, insistió Kollman.
Las últimas estadísticas conocidas, en el Poder Judicial Nacional, señalan que sobre un total de 27.186 causas, 12.801 –cerca de la mitad– fueron por aplicación de la Ley de Estupefacientes, la mayoría por casos de tenencia para consumo personal. En el año 2006, un promedio de 35 personas por día sufrieron “contratiempos legales” por la posesión de algún tipo de droga. De ese total, sólo 204 fueron juzgados y hubo apenas tres sentencias condenatorias. De todos modos, hubo 228 personas que estuvieron presas mientras duró el proceso.
Sobre el tema, recordó que tuvo “cientos de casos de adictos por defender y ninguno que estuviera imputado por narcotráfico”. Y dijo que si bien en la Capital Federal “la mayoría de las veces son absueltos cuando llegan a la Cámara Federal (porteña), en el interior del país el criterio es distinto y avanzan las causas abiertas contra los adictos”. Uno de los problemas, según Kollman, es que “la dirección de la Policía Federal siempre apunta a penalizar al que consume drogas y ése es un factor que contribuye a la apertura de numerosas causas judiciales”.
El defensor oficial afirmó que el problema es posible “porque no hay una policía judicial que fije políticas en otro sentido. Para evitar esto, es necesario que haya medidas muy claras por parte del poder político, para que los que están al frente de la Policía Federal empiecen a cambiar de actitud”. Kollman advirtió que “aunque es necesario despenalizar el consumo y tener una acción muy fuerte en ese sentido, también es necesario que se trabaje en materia de salud y de contención social, porque el adicto es el último eslabón de la cadena que se inicia con el narcotráfico y no hay que descuidarlo”. Mencionó, sobre ese punto, que hoy “es negativa la acción penal contra el que consume drogas, pero a la vez, aunque sea en una segunda etapa, la judicialización permite que el adicto ingrese de esa forma a alguna forma de tutela que los contenga. No hay que penalizarlo, pero es necesario que ingresen en algún tipo de tratamiento de educación o de rehabilitación porque no se los puede dejar abandonados”.
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