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Para evitar posibles objeciones legales por presunta discriminación, el texto, que no hace alusión a ninguna prenda religiosa ni a ninguna religión, se titula "Proyecto de ley que prohíbe la ocultación del rostro en el espacio público". Con esta iniciativa, el gobierno de Nicolás Sarkozy desoye las recomendaciones del alto órgano consultivo francés, que había manifestado hace dos meses que la norma no se sustentaba bajo ninguna base legal "incontestable", y la había desaconsejado por poder ser considerada anticonstitucional.

En la reunión del Consejo de Ministros de hoy, Sarkozy afirmó que la ley es "exigente pero justa", y añadió que Francia "es una vieja nación que tiene una idea clara y concreta de la dignidad de la mujer". El mandatario galo dijo que "el velo integral que disimula totalmente la cara socava esos valores para nosotros tan fundamentales, tan esenciales del contrato republicano". "Cuando se trata de saber en qué sociedad, en qué república, en qué civilización vivimos, corresponde al gobierno y al parlamento asumir su responsabilidad política y moral", concluyó.

La norma contempla una multa de 150 euros para las personas que vayan con el rostro tapado en lugares públicos, salvo excepciones justificadas (festividades o razones médicas), multa que asciende hasta 15.000 euros y un año de cárcel para la persona "que instigue a otro, en razón de su sexo, a cubrirse el rostro".

El Gobierno estipula un periodo de medio año de prueba, período en el que no habrá sanciones para las mujeres que lleven la burka y en el que "se aplicará una acción pedagógica" encaminada a que estas musulmanas dejen de llevar esta vestimenta, informó la ministra de Justicia, MichŠle Alliot-Marie.

Todo indica que la iniciativa contará con un respaldo mayoritario en el Parlamento, con la oposición socialista dividida entre las opciones de una prohibición total o parcial de la burka en sitios y servicios públicos. La ley entrará en vigor en otoño, según las previsiones del Gobierno.

El mes pasado, la Cámara baja de Bélgica votó a favor de la ilegalización de toda prenda que oculte el rostro de las musulmanas, e interpretó que dicho atavío enmascara una condición de esclavitud.