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En menos de tres minutos, los holandeses Sneijder y Robben sumaron sus goles al de Van Bronckhorst, convertido a los 18 de la primera mitad, y se separaron de un Uruguay que había arrancado el segundo tiempo con la fuerza del empate en 1 a 1 que había conseguido Diego Forlán en el límite del entretiempo.

A pesar de la diferencia que lo separaba de los europeos, de 3 a 1, los charrúas nunca bajaron la guardia. A los dos minutos del complemento de la segunda mitad, Maxi Pereira descontó, aunque no fue suficiente.

Así, Holanda espera en la final de Sudáfrica 2010 al ganador del enfrentamiento entre España y Alemania. Es la tercera vez en la historia que la "Naranja Mecánica" disputa la última instancia en un campeonato del mundo.

Uruguay llegó a la semi con varias bajas por lesión y sin el sancionado Luis Suárez en busca de repetir la historia escrita hace sesenta años. La Celeste, que fue la última selección en clasificarse al Mundial de Sudáfrica, tuvo por primera vez en cuatro décadas la oportunidad de disputar unas semifinales y luchar el domingo para sumar un título más a los dos conquistados en los lejanos mundiales de Uruguay 1930 y de Brasil 1950. Aunque no pudo ser.

Del lado naranja, Holanda logró hacer lo propio tras 32 años sin meterse en esa instancia de la competencia. La Naranja Mecánica de los años ’70, inspirada por la exquisitez de Rinus Michels y Johan Cruyff, perdió la final de Alemania 1974 al caer 2-1 ante el equipo local. Cuatro años más tarde, sin Cruyff y con el austríaco Ernst Happel como técnico, el equipo holandés cayó 3-1 ante la Argentina en la final del Mundial 1978. Desde entonces, nunca volvió a jugar una final.

El equipo europeo llega al decisivo partido sin dos importantes titulares, Gregory van der Wiel y Nigel de Jong, suspendidos por acumular dos tarjetas amarillas, pero da como seguras las presencias del defensor Joris Mathijsen y del delantero Robin Van Persie, que estaban lesionados.