"La República Islámica no permitirá a los mercenarios de las potencias arrogantes alcanzar sus objetivos. A todas las autoridades ordené enfrentar con fuerza a los enemigos de la unidad del país y castigarlos", enfatizó Jamenei.

Y advirtió que Teherán "detendrá las acciones terroristas apoyadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y el régimen sionista", como se refirió a Israel, a quien volvió a acusar por el doble atentado suicida cometido el jueves en el sudeste del país, que provocó la muerte de 28 personas. El atentado fue perpetrado frente a una mezquita chiíta y fue reivindicado por el grupo armado sunnita Jundallah, Soldados de Dios.

"Los principales sostenedores (de Jundallah) son los servicios de inteligencia de Estados Unidos, de Gran Bretaña y del régimen sionista, que quieren crear discordia y sedición entre los diversos grupos religiosos", sostuvo Jamenei.

Asimismo, dijo que los ataques son cometidos por "las manos pecaminosas de los criminales wahabiti con la ayuda de los servicios secretos extranjeros". Los wahabiti son fundamentalistas musulmanes que asumen comportamientos islámicos integristas y están acusados, también por Irak, de recibir financiamiento del exterior.