Van Rompuy describió a las reformas como "dolorosas pero necesarias", aunque destacó que los ciudadanos no deben sentir que "la carga está sobre todo sobre los hombros de los mismos de siempre -familias y pequeñas empresas- porque entonces hay riesgo de que haya violencia política".

"Es vital que ofrezcamos esperanza a la gente y que los convenzamos de que el sacrificio que están haciendo hoy es necesario para un futuro mejor", añadió.

La visita de Van Rompuy se produce cuando el gobierno griego está a punto de presentar su plan final para el presupuesto de medio plazo 2012-2015. Papandreu planea obtener 50.000 millones de euros con privatizaciones hasta 2015 para reducir una parte importante de sus deudas.

Según estimaciones de la prensa griega, el país tendrá que ahorrar en los próximos años más de 25.000 millones de euros extra, y es por eso que la mayoría de los expertos no ven posibilidad de crecimiento. Además, se multiplican los temores a que el país tenga que reestructurar su deuda, si bien el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, rechazó esta posibilidad.