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Antes de recibir al primer ministro israelí para recomponer las negociaciones de paz con Palestina, Obama resaltó que "los palestinos deben saber que las fronteras son claras e Israel que su seguridad respetada" por lo que aseguró que las negociaciones de paz deberán estar basadas en las fronteras de 1967.

Respecto de la negociación de paz hacia la conformación de un Estado palestino, el presidente de Estados Unidos indicó: "Sabemos que no va a ser fácil volver a las negociaciones, sobre todo tras la unión de Al Fatah y Hamas (las facciones que controlan Gaza y Cisjordania), pero EEUU tiene que continuar haciendo todos los esfuerzos posibles para que se llegue a un acuerdo".

Mientras el primer ministro israelí se prepara para partir a Washignton, la Comisión de Planificación de Distrito del Ministerio de Interior de Israel trataba las objeciones a un plan de construcción aprobado en diciembre que implicaría levantar 652 viviendas en una zona ocupada de Jerusalén desde 1967.

El diario Yediot Aharonot informó que la sesión estaba prevista para hace dos semanas y que fue el primer ministro el que pidió postergarla debido al viaje que tenía previsto hacer a EEUU. Según el periódico, "se ha convertido en norma" que cada vez que un primer ministro israelí viaja a Washington, o un alto dirigente estadounidense visita Israel, la comisión de Interior estudia o aprueba proyectos de construcción en zonas ocupadas de la ciudad.

Al menos 250 mil israelíes viven en distintos barrios de Jerusalén construidos más allá de la frontera acordada en 1967 y por tanto son considerados por los palestinos y por la comunidad internacional asentamientos fuera de regla como los que hay dispersos por Cisjordania.