La resolución que decide "levantar, con efecto inmediato, la suspensión del derecho de participación del Estado de Honduras en la OEA" recibió el apoyo de 32 países de los 33 miembros activos en la OEA que asistieron a la Asamblea General extraordinaria en Washington, que tenía como único punto de la agenda decidir la vuelta de Tegucigalpa al organismo hemisférico. El único votó en contra fue Ecuador, mientras Venezuela respaldó el regreso pero "con reservas".

El resultado de la votación fue recibido con fuertes aplausos y la presidenta de la Asamblea General extraordinaria, la canciller colombiana María Ángela Holguín, invitó de inmediato a la delegación hondureña, encabezada por la ministra de Presidencia María Antonieta Guillén, a ocupar de nuevo el lugar que estuvo desierto durante casi dos años.

El inicio de la Asamblea se retrasó casi tres horas debido a que hasta el último minuto los miembros trataron de lograr una resolución que permitiera aprobar el retorno de Honduras por "consenso", es decir, eludiendo una votación, aunque finalmente ésta fue inevitable en vista de la negativa de Ecuador a cambiar su postura.