La actual diputada nacional, advirtió, sin embargo, que Proyecto Sur aún no definió si competirá en forma autónoma en las primarias de agosto y remarcó que todavía "se siguen haciendo intentos, aunque son muy difíciles, por recomponer la propuesta" de sumarse al frente progresista. "Estamos evaluando todo, todo está abierto, y ya se verá cuál es la mejor combinación; los militantes quieren que sea yo, pero estoy abierta a otras fórmulas", aceptó Argumedo.

El socialismo, liderado por Hermes Binner, y el GEN, de Margarita Stolbizer, sellaron días atrás el Frente Amplio Progresista, al cual adhirieron parte de las fuerzas que integran el Movimiento Proyecto Sur (Unidad Popular y Libres del Sur), pero no lo hicieron por ahora Proyecto Sur, el Partido Socialista Auténtico y el MST. "Nuestros militantes no aceptan integrar el frente porque la construcción nuestra se hizo alrededor de un proyecto, de ejes fundamentales, que no están contemplados en los lineamientos programáticos del frente y ese debate no se salda en dos o tres días", explicó Argumedo.

Más allá de las banderas que son insoslayables para Proyecto Sur, lo cierto es que los lugares que fueron reservados para ese espacio en las listas del frente no conformaron a varios de los dirigentes de peso, como Mario Mazzitelli (PSA), candidato a encabezar la nómina de diputados nacionales por la provincia, y Mario Cafiero, virtual postulante a pelear por la gobernación bonaerense. "Acordar con el frente sería desmoralizante para una gran parte de la militancia, que planteó claramente que estamos más fuertes de lo que pensamos, y el espacio tal vez prefiere recibir una paliza o no lograr los objetivos esperados que claudicar las banderas", insistió Argumedo.

La diputada subrayó que todavía no está definida la estrategia electoral de Proyecto Sur y evaluó que recién entre el viernes y el sábado se adoptará una decisión al respecto, que divide aguas en el seno de la fuerza. Mientras tanto, Argumedo admitió que seguirán adelante las conversaciones con el socialismo y el GEN, pero advirtió que la negociación es "difícil" porque la propuesta del frente "viene muy dura y muy armada" y los métodos "son distintos" porque "evidentemente tenemos una cultura política diferente". "Apostamos a un movimiento que cambie la cultura política del país, aunque ahora parezcamos los tontos, y esa apuesta hay que hacerla en todos sus pasos, desde ahora", insistió.