Según los Comités Locales de Coordinación, sólo en los suburbios de Damasco se concentraron unas 8 mil personas. Antes de las manifestaciones, las autoridades bloquearon Internet y la red de telefonía móvil en parte de la capital. El gobierno sirio no permite el ingreso de periodistas extranjeros y el único camino para conseguir información es a través de testigos que hablan en redes sociales.

La represión diaria entre los opositores y el gobierno provoca un éxodo continuo hacia Turquía. Sólo ayer cruzaron la frontera más de 1.500 sirios, lo que elevó a más de 11.700 el número de desplazados, según la agencia de noticias turca Anatolia. "No los contemplamos como un grupo de refugiados sino como huéspedes", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, citado por Anatolia. "Tan pronto decidan poner fin a su estancia, realizaremos esfuerzos para ayudarles a regresar a sus casas en paz", añadió.

Unión Europea (UE) endureció hoy sus sanciones contra el régimen e incrementó en siete, hasta un total de 30 la lista de personas a las que se les prohíbe la entrada y se les congela en patrimonio de sus cuentas en el bloque. La primera vez fueron cuatro empresas financiadas por el régimen, luego civiles, militares y hasta representantes del gobierno iraní, a quien acusan de apoyar e Al Assad.