Cuatro sindicatos de empleados estatales y docentes convocaron a sus 700.000 afiliados a participar de la huelga para rechazar la reforma previsional que contempla un aumento de los aportes y de la edad jubilatoria y una rebaja en los haberes cuando el trabajador se retire. El primer ministro, el conservador David Cameron, consideró que la huelga es una medida precipitada y prematura porque los cambios a la ley jubilatoria todavía están en proceso de negociación, aunque advirtió que no hay alternativas a una reforma porque "el sistema de pensiones está en peligro de quebrar".

Los líderes de la protesta afirmaron que hubo un alto acatamiento a la medida de fuerza de 24 horas, y señalaron que el 80 por ciento de los colegios de Inglaterra y Gales se vieron afectados por la huelga de maestros. Miles de escuelas públicas cerraron sus puertas, mientras en Londres, Cardiff, Liverpool y otras ciudades se celebraron grandes manifestaciones.

La jefa del sindicato de profesores, NUT, Christine Blowe, señaló que la huelga podría extenderse durante meses si el gobierno no da marcha atrás con el ajuste. Según una encuesta de la radiotelevisión británica BBC, una tercera parte de las 21.500 escuelas estatales se mantuvieron cerradas, mientras que en otro tercio se suspendieron algunas clases. Sin embargo, en los puertos y aeropuertos apenas se notó la huelga, agregó la cadena.

En Gales cerraron sus puertas todos los museos estatales, mientras que en todo el país no se realizaron exámenes de conducción. La policía de Londres afirmó que el 90 por ciento de los empleados que atienden las llamadas de emergencia no fue a trabajar. Durante la jornada, no hubo señales de violencia como en los últimos días en Grecia, o en las protestas masivas de diciembre y marzo en Londres contra los recortes del gasto público, aunque hubo enfrentamientos con la policía y fueron detenidas 18 personas por delitos menores.

Miles de funcionarios aduaneros, afiliados al PCS, adhirieron a la huelga, por lo que el Gobierno advirtió a los viajeros que podrían enfrentar largas colas para su trámite inmigratorio en aeropuertos, puertos y estaciones de trenes. El operador de vuelos BAA, que maneja los aeropuertos de Heathrow, Stansted, Edimburgo, Glasgow, Aberdeen y Southampton, aseguró que el paro provocó demoras y diversas complicaciones.

El gobierno, una coalición entre los conservadores y los Liberales Demócratas, alega que todos los británicos deben compartir el sacrificio que implica recortar 130.000 millones de dólares del gasto público para reducir el gran déficit estatal.