La ministra Débora Giorgi agregó que el Plan Estratégico Industrial 2020 contempla duplicar el producto bruto industrial; duplicar las exportaciones, aumentar la tasa de inversión al 28 por ciento del producto y bajar la tasa de desempleo al 5 por ciento. La funcionaria sostuvo además que la inversión pública, la capacitación y el desarrollo científico tecnológico son "la base de un desarrollo de largo plazo y sustentable que permite profundizar la industrialización, lo opuesto a lo que ocurre en los países desarrollados en crisis".

"Desde el 1900 que no hay en el país un ciclo con el dinamismo, la dimensión y la permanencia con tasas tan positivas como las actuales, a pesar de haber atravesado la peor crisis financiera que aún tiene sus efectos", recordó la ministra, acompañada por el rector de la Facultad de Ciencias Económicas, Alberto Barbieri, el titular de AEDA, Matías Kulfas, y la directora del Centro de Estudios para la Producción, Paula Español, al repasar los logros de la política industrial de los últimos ocho años. Consideró que "la inversión privada respondió bien y acompañó" todo el proceso, lo que "demuestra que es rentable invertir en la Argentina", dato que fundamentó con las cifras que marcan "un récord de inversiones de capital fijo desde 1940", que hoy mantiene "una de las tasas de inversión respecto del PBI más altas de la región".

También resaltó el logro de lo que denominó la "nueva productividad" y los consensos alcanzados en los once foros de cadenas de valor que se desarrollaron para la instrumentación del Plan Estratégico. Según Giorgi, los actores de los distintos sectores productivos lograron consensos básicos en torno de la necesidad de mantener un Estado presente que planifique estratégicamente, fortalecer un mercado interno pujante, consolidar el proceso de sustitución de importaciones, lograr un salto exportador y continuar el financiamiento para la inversión productiva.

Giorgi reiteró que en momentos de crisis internacional se impone "pensar regionalmente la integración productiva" lo que implica modificar el panorama actual de América latina, que explica el 88 por ciento de sus importaciones con compras a mercados extrazona, del cual el 90 por ciento son con valor agregado, dejando apenas un 12 por ciento para el intercambio intrazona. Se trata, estimó, de unos 450 mil millones de dólares de comercio extrazona que requiere un desarrollo productivo y una articulación macroeconómica, en una dirección en la que "Argentina es pionera porque compra a mercados extrazona el 60 por ciento de sus importaciones".