El anuncio llegó un día después de que varios convoys con soldados y oficiales leales a Muammar Khadafi huyeran hacia el vecino Níger a través del desierto del Sahara en un acontecimiento que, según los insurgentes, prefigura una inminente rendición.

El gobierno de Níger confirmó la información y dijo que entre los funcionarios que llegaron en los convoys figura el jefe de seguridad de Khadafi, pero no él. Aún así, Estados Unidos exigió a este país que entregue a todos los miembros del régimen, aunque dijo no tener evidencia de que el líder libio haya salido de su país.

La semana pasada, la esposa de Khadafi, su hija, dos de sus hijos y varios de sus nietos huyeron a Argelia, según informó el gobierno de ese país, también limítrofe con Libia.

Mientras, la OTAN informó haber lanzado varios bombardeos aéreos en inmediaciones de Sirte, la ciudad natal del coronel, que alcanzaron seis tanques, seis vehículos blindados y un depósito de municiones, entre otros blancos.