En la entrevista, realizada por la periodista Claire Chazal, quien es amiga de su esposa, Anne Sinclair, el ex director del FMI destacó que durante el proceso no hubo pruebas de violencia contra la empleada Nafissatou Diallo y aseguró "toda esta historia es una mentira". Además, el socialista declaró: "Tuve miedo, mucho miedo, viví cosas violentas y perdí mucho. Fui humillado", respecto de los días en los que estuvo detenido hasta que finalmente se lo liberó por falta de pruebas.

Respecto de la causa, Kahn consideró "posible" que le hayan montado una "trampa", pero no se mostró preocupado por la posibilidad de un complot y esperará a que lo resuelva la Justicia.

El discurso del economista hizo eje en su moral, por lo que apuntó: "Fallé a la cita con los franceses, que habían puesto en mí la esperanza de un cambio". Luego manifestó su "respeto por las mujeres" y confesó: "Desde hace cuatro meses veo el daño que he hecho a mi alrededor y reflexioné. Perdí para siempre esa ligereza".

En cuanto a su participación en política, antes de la denuncia era el candidato a presidente con mayores posibilidades en el Socialismo, descartó su participación en las próximas elecciones y explicó: "Pensaba que mi posición en el FMI me daba un lugar, que podía ser útil y aportar respuestas. Todo eso ahora está detrás". De todas maneras, pidió por una victoria de la izquierda ya que la consideró "necesaria".

"Voy a descansar, reencontrarme con los míos, tomarme un tiempo para reflexionar, pero toda mi vida estuvo consagrada al bien público. Veremos", finalizó Kahn.

Strauss Kahn, luego de su regreso a Francia, fue interrogado por la policía gala a partir de otra acusación de agresión sexual, que habría ocurrido en 2003, radicada por una periodista 30 años menor que él.