Viernes, 11 de noviembre de 2011 | Hoy
23:28 › UN RíO SIN ORILLAS
El presidente de Uruguay, José Mujica, de visita por unas horas en la Argentina, consideró que las nuevas normas de control y fiscalización para la compra y venta de divisas implementadas por la Afip, no afectarán al turismo argentino en su país. Acerca de la relación entre ambos pueblos y la confesión de su antecesor, Tabaré Vázquez, quien reconoció que había contemplado la posibilidad de "una guerra" a raíz del conflicto de las pastera, el "Pepe" sostuvo que "la amistad con el pueblo argentino va más allá del gobierno. Es un problema de tripas, que anda por abajo. Los gobiernos pasan pero los pueblos quedan".
Mujica llamó a la unidad de los latinoamericanos y dijo que la Unasur "es el mejor paso institucional en muchos años" y que la política debe "sujetar a la economía, darle sentido, orientación y brújula". "Nos necesitamos mutuamente", dijo Mujica tras recibir el título de doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), y agregó que "tenemos que tener un desarrollo inclusivo, en nuestras naciones, en primer término con los pobres". Pero añadió que ese desarrollo también tiene que ser "inclusivo" entre los países, "con respecto a los más retrasados" en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El mandatario manifestó que su país decidió "no ser un Estado tapón", como impulsaron países europeos, "sino un Estado puente", porque poblacionalmente "somos un barrio de San Pablo, pero estamos en un esquina importante". En una larga exposición, Mujica insistió en que "nuestros países tienen que estar juntos", pero que eso "no es fácil", porque "fuimos educados en un pensamiento nacionalista, chauvinista, por lo que se suelen poner palos en la rueda de la necesaria unidad regional".
"Siempre hay changarines de lo de afuera que viven entre nosotros", dijo, y en una broma muy festejada por la concurrencia, y agregó que "una cosa es ser honoris causa de la universidad de Lanús, y muy otra serlo de Harvard, porque se te suben los berretines a la cabeza". Más adelante se preguntó: "¿Fuera de nuestro continente, quien va a reconocer que las Malvinas son argentinas?, ¿Quién va a escuchar el grito desesperado de Bolivia y Paraguay por una salida al mar? ¿Quién va a cuidar en Venezuela de sus recursos petroleros?". "Tenemos un patrimonio común, que sólo juntos" podemos garantizar, "un patrimonio común de causa y causas pendientes".
En un permanente ir y venir entre las condiciones materiales y la conciencia social, sostuvo que "es una larga marcha" en que no puede descuidarse las necesidades concretas de los pueblos, "pero es posible un hombre y una sociedad mejores". Para ello, dijo, "hay que salir de la miseria para desarrollar el talento y correr al mismo tiempo la pobreza y la ignorancia", por eso, recordó es necesario "sembrar universidades para todos, para tener sociedades más justas". Luego, en una suerte de visión autocrítica, expresó que eso "no lo sabíamos hace 50 años".
En otra festejada humorada, el mandatario uruguayo señaló, en referencia a los países desarrollados, que "los que pudrieron toda la naturaleza, ahora nos piden que la cuidemos nosotros". Por eso, añadió, "ahora le rezongan a Brasil, sostienen que la Amazonia es el pulmón de toda la humanidad" y, por lo tanto, argumentan, tiene que cuidarla "toda la humanidad", lo mismo dicen respecto al mar y su plataforma continental, por lo que reiteró que "sólo juntos" podremos resguardar nuestros recursos naturales. Sin embargo, también dijo que los latinoamericanos necesitan a los países desarrollados -"nos necesitamos mutuamente", afirmó-, porque se deben cuidar las inversiones de las trasnacionales, que dan trabajo a nuestros pueblos.
"Hay que ser amables y abiertos" para resolver los problemas, porque, en caso contrario, los pueblos "te dan la espalda", dijo, y "aunque la gente se equivoque, hay que respetarla, quererla, no se le puede pasar por encima". Por eso, expresó, "en el fondo, si uno no cambia", no se pueden cambiar las sociedades, "ni aunque el gobernante sea Fidel Castro".
Finalmente, enfatizó el papel "de los nuevos militantes", y que "es posible un mundo sin explotadores, pero hay mucho que sembrar y no traicionar los sueños".
Mujica y su esposa, la senadora uruguaya Lucía Topolansky, por la mañana visitaron la ciudad bonaerense de Campana, donde inauguraron el monumento "Reencuentro con la patria" en la Plaza Uruguay de esa ciudad.
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