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El epicentro de la acción talibán fue el recién construido "Kabul Star Hotel", que fue asaltado por hombres con chalecos explosivos, quienes desde los pisos superiores comenzaron a disparar cohetes contra la Embajada de Alemania, a escasos 150 metros de distancia. En tanto, la Embajada británica recibió el impacto de al menos dos cohetes, uno de los cuales -una granada autopropulsada- destrozó una torre de vigilancia.

La policía informó también que varios atacantes ocuparon un edificio en construcción en el barrio anexo de Wazir Ajbar Jan, frente al Parlamento afgano y dispararon contra él.

Además, un suicida talibán activó la bomba que portaba en la entrada del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Estados Unidos en la provincia de Nangarhar, en el este del país, según confirmaron autoridades locales. El jefe del distrito de Behsud, Nematulá, explicó en declaraciones al portal de noticias afgano Jaama Press que inmediatamente después que el rebelde se inmolara se sucedieron o varias explosiones más y un tiroteo.

Una vez controlada la situación, sobre la que no existe aún un balance de víctimas, el embajador de Estados Unidos en Afganistán, Ryan Crocker, felicitó a las fuerzas afganas por la respuesta dada y aseguró que "han progresado claramente" en su capacidad para enfrentarse a la insurgencia a menos de dos años de la retirada de tropas estadounidense.

Crocker atribuyó el ataque a miembros de la Red Haqqani, estrecho colaborador logístico de los talibán, y agregó que los talibán carecen de la coordinación y conocimiento técnico necesarios para perpetrar este tipo de ataques simultáneos.