Miércoles, 25 de abril de 2012 | Hoy
22:22 › TRATA DE PERSONAS
El empresario tucumano Julio Mohfaud declaró en el juicio por el secuestro y desaparición de Marita Verón en 2002 y aseguró que cuando negoció la venta de su local bailable con la imputada María Jesús Rivero, ella le confesó que "el negocio de los boliches no le interesaba porque lo más importante era conseguir chicas que luego eran llevadas a La Rioja y Catamarca". Tras esa declaración, Rivero realizó una señal de amenaza hacia Mohfaud, a quien volvió a increpar durante el cuarto intermedio.
Mohfaud vinculó a Rivero, imputada de haber ordenado el rapto de la joven, y a su exesposo Rubén Ale, quien fue presidente del club San Martín de Tucumán, con actividades de proxenetismo. Alé no está procesado en la causa, pero podría abrirse un segundo proceso en el que se lo vincularía por la sospecha de que un vehículo de su remisería Cinco Estrellas fue usado para secuestrar a Verón.
El empresario dijo que tomó contacto con Rivero y Ale cuando le compraron un local bailable en San Miguel de Tucumán y se quejó de que sólo le pagaron el 10 por ciento de su valor. "Quise hacer la denuncia ante la Justicia pero ningún abogado quiere enfrentarlos, así que hasta ahora no pude cobrar lo que me corresponde", señaló el empresario, y aseguró haber recibido solo 5 mil de los 60 mil dólares pautados por la venta en 2003.
Mohfaud manifestó que no puede dar datos sobre la presencia de Verón en La Rioja, pero sostuvo que Rivero le confesó su conexión con prostíbulos de La Rioja y Catamarca. Sus expresiones motivaron la reacción de Rivero, quien al ser interrogada por el tribunal confesó que había insultado y amenazado al testigo durante un cuarto intermedio. "Soy la más interesada en que se sepa dónde está Marita Verón, más que Susana Trimarco, para salvar mi honor y el de mi familia", se despegó la procesada.
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