En agosto pasado, una comisión independiente elaboró un informe bajo mandato de la Comisión para los Derechos Humanos de la ONU, que concluyó que el Ejército y los rebeldes cometieron crímenes contra la humanidad "como asesinato y tortura, crímenes de guerra y violaciones graves a la ley internacional de derechos humanos".

Ban lamentó luego que ambas partes hayan decidido "aspirar a una solución a través de la violencia en lugar del diálogo", algo que dificulta los esfuerzos por lograr la paz.

Por último, reclamó a todos los implicados que apoyen los esfuerzos del nuevo enviado especial a Siria, Lakhdar Brahimi, y lamentó que el Consejo de Seguridad de la ONU siga estando dividido respecto a la forma de responder al conflicto sirio.