"Que continúen las manifestaciones, que prendan fuego a las embajadas como nuestros hermanos hicieron en Egipto y Yemen", afirmó Al Qaeda en su comunicado. Esa furia siguió extendiéndose ayer y alcanzó las sedes diplomáticas británicas, alemanas y estadounidenses de varios países árabes, donde sumaban ocho los muertos por la represión de las fuerzas de seguridad.

Frente a este situación, Panetta advirtió que el Pentágono está destinando a algunas de sus tropas a entre 17 y 18 lugares distintos donde está "prestando una atención especial" y aseguró que su país "tiene que estar preparado en el momento en el que estas manifestaciones se descontrolen".

Por su parte, las fuerzas de seguridad egipcias despejaron hoy la plaza Tahrir de El Cairo y las calles que llevan a la embajada estadounidense, luego de de tres días de enfrentamientos con los manifestantes, que cuentan entre sus filas con 250 heridos. En Túnez, el gobierno islamista condenó el ataque a la Embajada de Estados Unidos y la escuela norteamericana vecina.