"No se puede esperar objetividad por parte de representantes del Unasur", se quejó Franco, y dejó abierta la posibilidad de que el gobierno abra sus puertas a una misión si el bloque "cambie su posición crítica hacia el país".

Tanto la Unasur como el Mercosur decretaron la suspensión de Paraguay el 29 de junio último al argumentar que el país sufrió un "quiebre democrático" con la destitución en en juicio político express de Fernando Lugo. Ambos organismos adelantaron que sólo reconocerán a las autoridades que surjan en los comicios generales del 21 de abril del año próximo.

El grupo de la Unasur para el seguimiento y evaluación de la situación paraguaya anunció el miércoles en Lima que recomendará a sus países miembros la designación de una misión que evalúe "in situ" el proceso electoral.

Franco también se refirió a publicaciones de medios locales que difundieron la posibilidad de que Lugo se presente como candidato en abril. En una conferencia de prensa que dio en Caacupé, el actual mandatario dio a entender que impugnará una eventual candidatura del presidente destituido, al señalar que en Paraguay "se respeta la Constitución y las leyes" y lo que esté al margen de eso "no se puede permitir".

En realidad, la Carta Magna paraguaya no permite la reelección presidencial pero no especifica qué pasa si un jefe de Estado es sacado del poder antes del fin de su mandato. El propio ex mandatario no adelantó que vaya a postularse. "Sabemos que Lugo va a querer candidatearse para empañar el proceso", aseveró Franco e involucró al ex obispo en una supuesta connivencia con la Unasur en un plan para deslegitimar al próximo proceso electoral.