Nisman rechazó la acusación de "sionista" e invitó a las autoridades de Irán a "que de una vez por todas discutan argumentos, en vez de discutir a las personas". En declaraciones a radio Mitre, el funcionario agregó que "si el problema es Nisman, que los acusados se entreguen a la Justicia, que vengan presos a la Argentina, que si yo tengo que dar un paso al costado porque el problema soy yo, lo doy, porque tengo la tranquilidad de que todas las pruebas están asentadas por escrito, en el expediente".

"Mi historial es que siempre he seguido el dictado que me dan las pruebas; yo no tengo la culpa si las pruebas me direccionan a determinada posición. Mi obligación es ir en ese sentido, sea quien fuera", añadió. Además, sentenció que "el problema que tiene Irán y que va a seguir teniendo, más allá de mi persona, son los fuertes elementos de prueba que los arrincona, que los pone entre la espada y la pared y que dejan por primera vez al descubierto esta acción terrorista en América latina".

El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, por su parte, advirtió que fueron "improcedentes e incalificables" las declaraciones que surgieron desde la Oficina de Diplomacia Pública de la Cancillería iraní, en las que se define a Nisman como "sionista". "El fiscal es un profesional de la Nación que está haciendo excelentemente su trabajo de investigación", insistió Borger según informó la Agencia Judía de Noticias (AJN).

En tanto, el secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits, afirmó que Irán acusa "injustamente a cualquiera que se oponga al memorándum" de entendimiento que firmó con la Argentina para indagar a los acusados por el atentado a la AMIA. Mediante un comunicado, la DAIA repudió "los calificativos de clara connotación racista utilizados por el gobierno de Irán contra el fiscal".