Martin, de 17 años, paseaba desarmado el 26 de febrero de 2012 por un vecindario de la localidad de Sanford, Florida, donde Zimmerman, entonces de 28 años y armado, ejercía de vigilante voluntario. Al considerar "sospechoso" a Martin, llamó a la Policía, pero desoyendo las indicaciones del agente, lo siguió y se enfrentó a él.

Zimmerman fue absuelto el sábado de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio culposo, ya que el jurado entendió que disparó en legítima defensa tras un forcejeo con Martin. La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), por su parte, hizo un llamamiento al Departamento de Justicia para que comience una nueva causa contra Zimmerman. Una portavoz de la NAACP informó que la web se colapsó ayer, ya que un total 585 mil personas han firmado la petición al Departamento de Justicia.

En la web de la Casa Blanca hay otras dos iniciativas similares para solicitar que intervenga el Departamento de Justicia. La de mayor éxito de momento es una que roza ya 15 mil de los 100 mil apoyos necesarios hasta el 13 de agosto para que la Casa Blanca brinde una respuesta.

El proceso que pudiera emprender el gobierno sería complicado, afirman los expertos, ya que el Estado debería demostrar la animadversión racial de Zimmerman, cosa que la fiscalía no usó como argumento en el juicio penal.

El Departamento de Justicia ya abrió en su momento su propia investigación, pero dio un paso al costado para dejar trabajar a la fiscalía. El domingo aseguró en un comunicado que sigue "evaluando evidencias".

La familia de Martin tiene la posibilidad de abrir un proceso civil contra Zimmerman en busca de una compensación económica, por lo que el caso podría no haber concluido con el polémico veredicto del sábado.

Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, aseguró que el Departamento de Justicia está revisando nuevamente el caso de la "innecesaria" muerte del joven, aunque no reveló si finalmente se presentará una demanda federal.