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Los representantes de los policías acuartelados se retiraron esta tarde conformes de la reunión que mantuvieron con funcionarios del gobierno cordobés, no obstante adelantaron que las medidas de fuerza y protestas continuarán hasta que consigan el aumento salarial que reclaman.

"Nos vamos muy contentas por la atención del jefe y subjefe de la Policía. Nos aseguraron que no va a haber sanciones para los que protestan. Estamos a la espera de la decisión que se tome por la cuestión del sueldo", aseguró a la prensa una de las seis mujeres, esposas de los policías acuartelados, que fueron en su representación.

En el mismo sentido, el abogado de los efectivos, el abogado Miguel Ortiz Pellegrini, resaltó la buena voluntad del jefe de la Policía, aunque reconoció que "hay reclamos los salariales que exceden su responsabilidad".

"Veremos qué nos dicen ahora. Mientras tanto, la medida (de fuerza) continúa", aclaró el letrado que, junto a seis mujeres (esposas de algunos de los policías), se reunió en la Subcomisaría del Parque de las Tejas (exsede del gobierno provincial) con Almada y el subjefe de la fuerza, Carlos Galbucera.

Por su parte, tras el encuentro, el comisario Almada se limitó a expresar: "Van a seguir las tratativas para descomprimir la situación", antes de dirigirse al centro Cívico del Bicentenario, sede del Poder Ejecutivo, para plantear lo solicitado por los policías a la ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, y el jefe de Gabinete, Oscar González.

El acuartelamiento se ubica en el barrio Cerveceros, en el sector sureste de la capital, y en virtud del petitorio entregado a las autoridades policiales y del gobierno, los oficiales también piden una equiparación salarial entre suboficiales superiores y oficiales en jefe; el ajuste automático del ítem que se percibe para el uniforme; pago del ciento por ciento de los recargos de servicios y el respeto por las horas de descanso, sin que sean recargados, así como mejores condiciones laborales.

De acuerdo con fuentes del gobierno provincial, el gobernador José Manuel De la Sota, que había viajado rumbo a Colombia para participar de una reunión de mandatarios provinciales, emprendió el regreso a Córdoba, de urgencia.