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"Esta mañana, las fuerzas armadas ucranianas y la guardia nacional concluyeron la operación de evacuación planificada y organizada de nuestras unidades militares de Debaltsevo", informó Poroshenko, al reconocer el avance de los rebeldes prorrusos en otro ciudad del este.

Poco antes, decenas de tanques, blindados ligeros y vehículos militares ucranianos procedentes de Debaltsevo llegaron a Artemivek, una localidad situada a unos 35 kilómetros de distancia.

La ofensiva rebelde contra Debaltsevo fue lanzada ayer, en el tercer día de una tregua acordada la semana pasada tras una noche de negociaciones en Minsk (Belorrusia) entre los dirigentes ucraniano, ruso, francés y alemán.

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg exigió a Rusia que retire "todas sus fuerzas militares del este de Ucrania" y "cese su apoyo a los separatistas y respete el alto el fuego acordado en Minsk".

Mientras que la Unión Europea (UE) consideró que la toma de la ciudad por los separatistas es una "clara violación del alto el fuego", y exigió a los rebeldes que "detengan todas sus actividades militares".

En este contexto de creciente tensión, Poroshenko había reiterado a Washington su demanda de que se le entregue a Ucrania armas defensivas, durante una conversación telefónica mantenida anoche con el vicepresidente Joe Biden.

Pero los dirigentes europeos no renuncian a una solución diplomática. El portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll, anunció que una entrevista telefónica tendrá lugar por la noche entre el presidente francés François Hollande, la canciller alemana Angela Merkel y los presidentes ruso Vladimir Putin y ucraniano Petro Poroshenko. Según París, el acuerdo de Minsk sobre Ucrania "no está muerto" y Francia "hará todo para hacerlo vivir" pese a la toma de Debaltsevo.