"La confianza que las partes en conflicto le tienen a la Cruz Roja y a su rol de intermediario neutral es clave para el éxito de estas operaciones. Nos mantenemos firmes en el compromiso de aliviar el sufrimiento de las víctimas del conflicto y la violencia armada en Colombia", añadió Harnisch.

El obispo de Tibú, monseñor Omar Sánchez, por su parte, confirmó también que un representante de su Diócesis formó parte de la comisión humanitaria encargada de recibir a los liberados, quienes habían sido secuestrados en febrero pasado por el Ejército Nacional de Liberación, organización con la cual el gobierno de Juan Manuel Santos mantiene desde hace un año conversaciones informales, y que a través de un comunicado reclamó "respeto" por la tierra y criticó la explotación petrolera y minera en la región de Norte de Santander.