Lo que ocurrió anoche "no fue un accionar deliberado de 200 personas sino una acción casi quirúrgica de dos o tres personas, cuyo accionar pudo haber sido evitado con controles internos", consideró Sergio Berni, y subrayó que "para eso está la seguridad privada" que contratan los clubes.

Además, reiteró que "los cacheos" a cargo de las fuerzas de seguridad asignadas para el control afuera del estadio no siempre pueden determinar el hallazgo de algún objeto prohibido. "El cacheo es un mecanismo de disuasión, no un mecanismo perfecto de seguridad", insistió.

"Si el resto de los responsables (por los dirigentes) tienen miedo y miran a otro lado, es hora de que los socios los castiguen", opinó y criticó, además, la "negligencia" de de la Confederación Sudamericana (Conmebol) por no haber "suspendido al instante" el encuentro, tras la agresión con gas pimienta a los jugadores.

"En primer lugar hubo una falla en la organización del evento", manifestó Berni y argumentó que "la Policía está entre el campo de juego y los espectadores. Entre los espectadores, nunca está la Policía. Los clubes tienen que contratar la seguridad privada para el manejo y la supervisión de todo lo que pasa en el sector de los espectadores", según declaró a radio La Red.