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Angelici adelantó que “aceptaremos lo que decida la Conmebol”, descartó que la agresión a los jugadores de River se tratara de “un problema de barrabravas", y exhortó a todos los dirigentes del fútbol local a sentase a discutir “una solución” al problema de la violencia.

Daniel Angelici, "el Tano" para todo el mundo en Boca, es un hombre de estrecha vinculación con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, quien al brindarle el apoyo durante su primera experiencia electoral en el club de la ribera, consiguió que derrotara al oficialismo de Jorge Amor Ameal en las elecciones de 2011, el mismo día que el equipo se coronaba campeón por última vez. En aquel entonces, igual que ahora, votar a Angelici era votar a Macri.

Con el paso del tiempo, Angelici se convirtió en un asiduo operador político del macrismo en la Justicia en general y en la porteña en particular. Tal es su influencia en ese ambiente que logró imponer a Martín Ocampo, un ex abogado de sus empresas, como fiscal general de la Ciudad, es decir el jefe del Ministerio Público porteño. Antes de ocupar ese lugar, Ocampo fue legislador del PRO, cargo al que también llegó gracias a los buenos oficios del presidente de Boca.

Ayer a la noche, el fiscal Ocampo decidió la clausura de La Bombonera para iniciar la investigación por el escándalo que determinó la suspensión del superclásico y que dejó al Xeneixe al borde de la eliminación y de una sanción durísima.

Aun cuando el horizonte de Boca asoma preocupante y desalentador, tanto en lo deportivo como en lo institucional, Angelici sabe que la investigación de los hechos que provocaron el escándalo de anoche con la suspensión del partido incluida, está a cargo de un viejo amigo que, además, le debe al presidente más de un favor. ¿Irá el fiscal Ocampo contra su excliente y mentor político en la Justicia porteña?