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De acuerdo a los medios locales, Silva fue asesinado en la mañana del martes en Lagoa de Itaenga, una pequeña población localizada a unos 65 kilómetros al noroeste de Recife, la capital de Pernambuco (nordeste).

En el momento del ataque, el periodista se encontraba en una tienda de electrónica, donde un hombre le disparó dos veces. De acuerdo con testigos, el pistolero huyó en una moto conducida por un cómplice sin haberse apropiarse de ninguna pertenencia.

Según explicó su colega Edilson Gomes dos Santos a los miembros del CPJ, el periodista dirigía el "Open Microphone" en la comunitaria Radio Itaenga FM, un programa en el que atendía llamadas de la audiencia sobre casos de corrupción y crimen de políticos y policías. También entrevistó alcaldes, concejales y diputados sobre temas polémicos en los cinco años de vida del programa.

Asimismo, Silva era guardia municipal y llegó a denunciar presuntos delitos, razón por la que ya había recibido varias amenazas de muerte, todas comunicadas a la policía.

Según diarios de Pernambuco, la Policía ya detuvo a cuatro personas supuestamente involucradas con el crimen. La secretaría de Defensa Social de Pernambuco informó en un comunicado de que las autoridades designaron a un funcionario especial para que dirija el caso y realice una investigación "completa y rápida".

Según datos del CPJ, ninguno de los asesinatos perpetrados durante este año contra periodistas en Brasil, dos de ellos en un periodo de una semana en mayo, ha sido resuelto. El Comité asegura que al menos 16 periodistas fueron asesinados en represalia por su trabajo desde 2011 en el país.

Actualmente, Brasil ocupa el undécimo puesto en el Índice de Impunidad del CPJ, que destaca los países donde los periodistas son asesinados sin que se aplique la justicia a los responsables.